Después de tocar fondo entre 2001 y 2003, la UCR volverá a presentarse en una elección presidencial con un candidato radical a la cabeza, Ricardo Alfonsín, acompañado por el economista extrapartidario, Javier González Fraga. El binomio, anunciado a fines de la semana pasada para cortar con la sangría producto de la ruptura con el socialismo de Hermes Binner, fue oficializado ayer en un acto en el Comité Nacional. Además, los radicales anticiparon que irán solos, con la histórica lista 3, lo que provocó el enojo del peronista disidente Francisco de Narváez, que debería llevar al tope de su boleta de gobernador el sello de la UCR.

Con la presencia de la plana mayor del alfonsinismo y un centenar de militantes, el radicalismo lanzó formalmente la candidatura de Alfonsín-González Fraga, con la que sueña llegar a la Casa Rosada en octubre. “Procuraremos inspirarnos en lo mejor de cada una de las tradiciones políticas: en lo mejor de (Leandro N.) Alem y de Hipólito Yrigoyen, en lo mejor de (Juan B.) Justo, de Alfredo Palacios, de (Guillermo) Estévez Boero, en lo mejor de (Domingo) Perón y de Evita, en lo mejor de Arturo Frondizi, de Arturo Illia y de Raúl Alfonsín”, sostuvo el hijo del ex presidente en un discurso inusualmente breve.

El candidato evitó mencionar o cuestionar a sus ex socios y aprovechó para arrancar formalmente con las promesas de campaña. Señaló los “cinco desafíos fundamentales” de su futuro gobierno: 1. Terminar con la pobreza. 2. Terminar con la inflación. 3. Luchar contra “el ejercicio inmoral del poder”. 4. Luchar contra la inseguridad y 5. Combatir el destrato a las instituciones.

Para cerrar su discurso, Alfonsín convocó a todos los argentinos a que los acompañen “pertenezcan al partido que pertenezcan”. Según los alfonsinistas, el objetivo es “convocar electorados diferentes” bajo la amplia figura del diputado radical. “Muchas gracias por invitarme a compartir esta epopeya que terminará en la Casa Rosada”, señaló González Fraga, que por primera vez hacía su aparición en la casa de la UCR. En su discurso llamó a “reparar la espectacular pobreza y desigualdad que se ha producido en los últimos 40 años” y a “reestablecer la República y las instituciones”.

En el comité de campaña finalmente se impuso la postura de priorizar los acuerdos distritales con fuerzas taquilleras, ya sea el peronismo disidente de Francisco de Narváez en Buenos Aires, el PRO en Capital o el sojero Alfredo Olmedo en Salta. Resignaron, en cambio, la constitución de un frente programático a largo plazo, basado en afinidades políticas y programáticas, con el Partido Socialista y el GEN de Margarita Stolbizer.

Entre la militancia radical vivían ayer con alegría el reverdecer partidario, que el próximo miércoles 15 no inscribirá ninguna alianza en la Justicia electoral sino que llevará sólo la lista 3. Esta idea alejó la posibilidad de un acuerdo nacional con el PJ disidente, como había sugerido De Narváez. Según trascendió, en el entorno del Colorado se enteraron por los medios de la decisión radical, que supuestamente habían quedado en conversarla en privado.

Además, ayer ratificaron en el Comité Nacional que la UCR santafesina llevará lista propia de diputados nacionales. La cúpula del radicalismo santafesino viajó a Buenos Aires y confirmó su respaldo a la candidatura de Alfonsín, lo que significará que en octubre competirán con el socialismo de Hermes Binner. De todas maneras, aclararon que continuará la unidad del Frente Progresista en la elección de gobernador del próximo 24 de julio.