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La izquierda no inscribió aún su dupla presidencial y la razón de la demora es que la Izquierda Unida (IU) y el Partido Obrero (PO) todavía negocian la posibilidad de presentarse juntos a las elecciones del próximo 27 de abril. La discusión estaba centrada al cierre de esta edición en el modo de integrar la fórmula porque IU proponía que fuera encabezada por Patricia Walsh, pero no admitía que el líder del PO, Jorge Altamira, fuera su acompañante.
El primer gesto en favor de la unidad partió de la IU. “Aunque estamos muy cerca del plazo de cierre para las alianzas electorales, el frente Izquierda Unidad-PO es posible. Tenemos que hacer los máximos esfuerzos para que se concrete”, señaló la coalición integrada por el Partido Comunista (PC) y el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST) y explicitó su propuesta para integrar la fórmula presidencial: “Para encabezarla proponemos a reconocidos luchadores, como Patricia Walsh. En lugar de postular a los principales referentes partidarios de la coalición, privilegiamos el carácter de unidad y no buscamos la preeminencia de ningún partido sobre otro. Por eso proponemos un criterio similar para que el PO integre la fórmula”.
En otras palabras, el esquema planteado por IU deja fuera de la fórmula del eventual frente a Altamira. La exclusión del máximo referente del PO fue la condición que el MST le puso al PC para allanarse a una negociación en pos de la unidad de toda la izquierda.
Desde el PO no descartaron llegar a un acuerdo e incluso aceptaron que Walsh encabece la fórmula. “Si se llega a acuerdo, estoy dispuesto a ocupar el lugar que me toque”, aseguró Altamira a Página/12 en gira proselitista por Neuquén, aunque los hombres a quienes dejó a cargo de las negociaciones en Buenos Aires rechazaron los términos propuestos por sus eventuales socios.
“No es que nosotros venimos a integrarnos a IU, sino a constituir un frente. Por lo tanto, no podemos aceptar que haya un poder de veto sobre el candidato que propongamos. La elección de los miembros de la fórmula la debe resolver cada partido con los métodos que considere correspondientes”, explicó un dirigente del PO. En el partido de Altamira también descartaron en forma categórica la posibilidad de que sea el principal referente del Polo Obrero, Néstor Pitrola, quien acompañe a Walsh. “La candidatura de Pitrola sólo podría plantearse en el marco de un gran frente piquetero que todavía no maduró”, aclararon.
Aun sin Altamira en la fórmula, el atractivo que para el PO tendría el ofrecimiento de la IU es que contempla también la integración conjunta de las listas de diputados bonaerenses. Lo que proponen el PC y el MST es que el PO coloque al tercer candidato de la nómina, que según las encuestas tendría asegurada una banca. “Consideramos que es una propuesta irrebatible”, consideró Patricio Echegaray, uno de los principales promotores del acuerdo, y destacó que “la unidad de la izquierda es una cuestión estratégica y es necesario avanzar en ese sentido”.