A Mónica Fein la declaró ganadora el intendente Miguel Lifschitz, el mismo que la ungió como candidata. Y fue él quien se enorgulleció al anunciar antes de las 22.30 del domingo que Fein era la intendenta electa. Con el 50 por ciento de los votos, y 20 puntos de diferencia con Héctor Cavallero, se convirtió en la “primera mujer intendenta socialista de la ciudad y del país”, dijo su mentor. “Siento una profunda emoción de representar a esta ciudad que no improvisa, que es progresista y seguirá siendo progresista”, afirmó Fein, frente al fervor de los militantes que se agolparon en el Patio de la Madera. Todo su discurso apuntó en la misma dirección: “No ganamos por una campaña, ganamos por un trabajo de más de veinte años en esta ciudad”. Con la misma sonrisa calma que siempre la acompaña, agradeció a su familia, al Frente Progresista a su partido, el Partido Socialista, “que permite que una mujer represente al colectivo de esta ciudad”. El propio Lifschitz, con el 53,2 por ciento de los votos para senador departamental, se erigió en un gran ganador de la jornada (ver aparte).

El estupor por la elección de Miguel Del Sel era una sensación predominante en el Patio de la Madera, donde se concentraron los militantes del Frente Progresista. Cuando Lifschitz, Fein y el concejal electo Manuel Sciutto subieron a la tarima para hablar, trocó por la alegría por retener –y con 20 puntos de diferencia– la ciudad que es bastión socialista. A esa hora, todavía era una incógnita el resultado de la elección provincial.

“La alegría de vivir en esta ciudad que ha elegido el camino de la solidaridad, de la participación, de la inclusión, del consenso, ha elegido continuar con 20 años de políticas públicas que son una marca en el país”, enumeró Fein. Para la intendenta electa, es “una alegría” también vivir “en esta ciudad que se transforma para mejor”.

Con el aval de haber obtenido un triunfo tan amplio, Fein subrayó que en Rosario “hubo debate, se intercambiaron ideas, porque no tenemos nada que ocultar. Queremos transformar la realidad como lo hizo (Hermes) Binner y como lo hizo Lifschitz”.

En el Patio de la Madera se habían congregado dirigentes de todo el país. “Quiero agradecer a todos los rosarinos y rosarinas que nos acompañaron, y a todos los militantes de todo el país que vinieron a disfrutar de una ciudad progresista, que no sólo no tiene un proceso agotado, sino que cambia permanentemente. Cambiamos para incluir”, dijo la intendenta electa, enfervorizada. “Todos los días apostamos al cambio”, subrayó. Las consignas de los militantes interrumpieron un par de veces el discurso con cantos triunfales, hubo globos de colores y abrazos entre los candidatos, al ritmo de la canción “Te quiero tanto”, de Vilma Palma, que fue el jingle del Frente Progresista.

Una vez que bajaron, una periodista de LT8 le preguntó a Fein si no cabía agregar el agradecimiento a Lifschitz, a quien calificó como su “padrino”. “Fueron los nervios admitió la intendenta electa. Miguel Lifschitz no sólo me ha permitido ser intendenta, sino que ha permitido estos resultados. El reconocimiento que ha tenido en la ciudad y en el departamento demuestran el voto de confianza que le han dado los vecinos y las vecinas de Rosario y del departamento”.

Al mismo tiempo, Fein adelantó que “seguramente” una parte del gabinete de Lifschitz continuará en su gestión, aunque aclaró: “Le agregaremos nuevas miradas y nuevas voces”.

Fein no ocultó su satisfacción por su triunfo. “Ha sido una muy buena ventaja, la diferencia ha sido muy amplia, lo que demuestra que lo que hemos hecho ha estado bien y que también esperan más de nosotros”, afirmó la intendenta a los periodistas, antes de subrayar que “más del 50 por ciento de los rosarinos han decidido continuar con el Frente Progresista”. En el Patio de la Madera todo era júbilo, aunque el resultado de las elecciones a gobernador se hizo esperar una hora y media más.

Muy diferente era el clima en el hotel Ariston, donde había concentrado a sus militantes el Frente Santa Fe para Todos. Héctor Cavallero admitió la derrota poco antes de las 23, subrayó los votos cosechados por la lista que encabezó e hizo un contundente llamado a la militancia. “Superamos el 30 por ciento de los votos. Eso quiere decir que uno de cada tres rosarinos nos eligieron para gobernar la ciudad”, dijo Cavallero y subrayó que “ese 30 por ciento de los votos va a producir una modificación sustancial en el Concejo municipal. Se terminó la mayoría automática”. El Tigre apuntó a levantar la moral de los militantes que cantaban “al proyecto se lo banca en las buenas pero en las malas más”.

Cavallero apeló a la voluntad. “Como somos militantes, quiere decir que no pudimos triunfar. Nos falta militar mucho más, concientizar mucho más. Todos juntos saldremos a convencer, desde mañana, para construir una ciudad más igualitaria”, arengó el Tigre. Con cierto abatimiento en el rostro, que no expresó en su discurso, Cavallero llamó a “ser humildes y amplios en la victoria, y ser fuertes en la derrota, firmes en las convicciones”. Al Frente para la Victoria le tocó ayer la parada más difícil, y eso se notaba en las lágrimas en los ojos de muchos militantes.