La Cámara Nacional Electoral (CNE) resolvió ayer “de forma excepcional” la distribución de boletas en el principal distrito electoral del país, la provincia de Buenos Aires, en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). Tal cual adelantó Página/12 en exclusiva, con la firma de Rodolfo Munné, Santiago Corcuera y Alberto Dallavia, el máximo tribunal electoral entendió que las boletas “no son un instrumento al servicio de los partidos, sino la forma de exteriorizar la voluntad del ciudadano”. Por ello revocó la decisión del juez federal Manuel Blanco, quien dijo que logísticamente resultaba imposible asumir la provisión de millones de boletas a las 31.000 mesas que habrá el 14 de agosto en territorio bonaerense. Blanco resolvió que al tratarse de un proceso de selección de candidatos, una interna, la responsabilidad de que las boletas estén en cada mesa correspondía a los partidos. La CNE se pondrá así a la cabeza de un operativo gigantesco en el que prevé alquilar el Palacio de Exposiciones de la ciudad de Buenos Aires, al lado de la Facultad de Derecho, para organizar allí los millones de boletas que entregará cada partido.

Desde el punto de vista político, la CNE reiteró en su resolución de ayer que propugna el sistema de boleta única por categoría, es decir que a cada ciudadano se le entregaría una sola boleta con la cara de todos los candidatos a presidente; otra boleta con todas las listas de diputados y así sucesivamente. El ciudadano, como en Santa Fe, tendría que marcar su voto con una cruz en el casillero correspondiente al candidato o la lista que elige. En el Congreso Nacional hay un proyecto de ley proponiendo la boleta única, pero los grandes partidos se han negado por ahora, sosteniendo que dar tanta facilidad –se requiere sólo unas cruces– para realizar un virtual corte de boleta termina afectando la gobernabilidad. Es lo que sucedió en Santa Fe: el socialista Antonio Bonfatti obtuvo la gobernación, pero tanto en Diputados como en Senadores ganó el Frente para la Victoria y tendrá mayoría en ambas Cámaras. “La inconmensurable cantidad de boletas debe llevar a un debate”, dijo ayer la CNE.

Como señaló este diario, la Justicia Electoral se encontró con una elección bonaerense en la que hay 135 municipios, 31.000 mesas, pero dentro de cada partido se disputan internas, sobre todo para intendentes y concejales. Entonces puede haber diez boletas del mismo partido y otras cinco de otra fuerza política y así sucesivamente, porque se postulan varios candidatos a intendente del FpV, algunos del radicalismo que compiten con los de Francisco de Narváez y lo mismo dentro de las demás fuerzas.

Para que la distribución sea manejable, cada partido tiene que entregar las boletas en fajos de 50, termosellados, con la cara de las boletas hacia arriba y ya distribuidas por localidad. Además, podrán entregar fajos adicionales por escuela para el caso en que se terminen las boletas de ese partido en un cuarto oscuro y las autoridades de mesa tengan esos fajos adicionales para reponer. Aun así, la CNE les insistió a los partidos que los fiscales son imprescindibles para que puedan subsanar los faltantes en caso de que haya.

Hay toda una serie de requisitos adicionales –que los partidos ya traigan los recibos correspondientes para ser firmados, que tengan en cuenta que no se abrirán fajos, por lo que tiene que haber suficientes boletas para cada mesa y que se respete los horarios y días de entrega que se van a fijar– con el objetivo de que la gigantesca logística pueda concretarse. La CNE armará las sacas que van a contener cada urna y las boletas que van a estar en ese cuarto oscuro, luego el Correo Argentino hará el transporte hasta la localidad de la que se trate y en el tramo final las urnas y boletas serán llevadas, hasta la escuela que corresponda, por las Fuerzas Armadas. El sábado 13 tendrá que estar todo listo para que la mesa abra a las ocho de la mañana del domingo 14 de agosto.