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Las clases comenzaron en doce de las provincias que restaban para completar el mapa nacional, en un clima de malestar docente que incluye la convocatoria a un paro nacional el próximo 27 y con tres distritos -Tucumán, Santiago del Estero y Córdoba– en donde los maestros realizaron medidas de fuerza. La crisis docente incluye a los maestros del sector privado, que no iniciaron las clases en seis provincias y cumplieron paro en algunas escuelas bonaerenses. Anoche, la policía valló la Plaza del Congreso e instaló una custodia para impedir la reinstalación de la Carpa Blanca, cuya vuelta fue anunciada en el plenario nacional del gremio, el viernes pasado.
La titular de Ctera, Marta Maffei, calificó la medida de “inhibitoria y autoritaria”. “Estas son las contradicciones que hacen que uno no crea en las expresiones del Gobierno”, señaló. “La ministra dice que no habrá problemas con la carpa y después vallan el lugar con despliegue de la policía. Por eso también es difícil creerles cuando dicen que va a haber financiamiento para los docentes.”
El ciclo lectivo fue abierto oficialmente en Jujuy por Hilda “Chiche” Duhalde y la ministra de Educación, Graciela Giannettasio. El lugar elegido fue la escuela albergue 326 “Rotary Club de Jujuy”, situada en la localidad de Ocloyas, a 1600 metros sobre el nivel del mar, donde se inauguró la conexión a Internet.
Durante el acto, la ministra llamó a los docentes a buscar otros métodos de reclamo en lugar del paro. “Tenemos que protestar cuando no estamos de acuerdo, pero no tenemos que dejar de dar clases, porque estos chicos tienen que ser más competitivos en un mundo cada vez más complejo, pero también tienen que ser cada vez más libres. Para esto necesitan más escuelas, más educación, más horas de clase y más días de clase”, señaló.
El conflicto con los maestros está motivado en el retraso en el pago de los sueldos y del incentivo docente. En nueve provincias los maestros todavía no cobraron sueldos del año pasado y aún no hay un mecanismo seguro para el pago a término de los de este año. El Gobierno sostiene que están muy avanzadas las negociaciones para destinar un crédito del Banco Mundial por 400 millones de pesos destinados a que no se produzcan nuevos retrasos.
La cuestión del incentivo docente, en cambio, parece más lejos de una solución. El Ejecutivo ha garantizado el pago del correspondiente al 2001, punto que ayer el jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof, ratificó. La Ctera exige que además el Congreso anule el veto al incentivo para el 2002 y el 2003. Mientras esto no suceda, todos los miércoles, día en que se reúne la Comisión de Educación en Diputados, el gremio va a realizar rondas y actos frente al Congreso exigiendo que se garantice el pago de ese complemento salarial, mientras que para reinstalar la Carpa Blanca sólo les falta decidir la fecha.
Al inaugurar las clases en la ciudad de La Plata, el gobernador bonaerense, Felipe Solá, destacó “la madurez” de los gremios docentes por haber comenzado el ciclo lectivo y prometió apoyar el reclamo de financiamiento del incentivo. En la provincia, el Sindicato Unico de Trabajadores de la Educación (Suteba) decidió trabajar “bajo protesta”, con mesas explicativas para los padres.
La situación también es complicada para los privados. El Sindicato Argentino de Docentes Particulares (Sadop) paró ayer en los colegios de Misiones, Entre Ríos, Córdoba, Tucumán, Santiago del Estero y algunos colegios de Buenos Aires, por “los retrasos y recortes en los sueldos, pago en bonos, retraso del incentivo docente y la negativa patronal a reconocer el derecho de los 100 y 150 pesos”.
Los distritos donde empezaron las clases son Buenos Aires, Catamarca, La Pampa, La Rioja, Mendoza, Misiones, Neuquén, Salta, Santa Cruz, Tierra del Fuego, Corrientes y Santa Fe.
Tanto en La Rioja como Catamarca, Misiones y Corrientes, los gremios docentes se mantienen en estado de alerta. En Catamarca realizan un quite de colaboración, es decir que no efectúan tareas fuera de su horario de trabajo ni tampoco labores administrativas. En Neuquén, las clases comenzaron en forma irregular porque las obras edilicias todavía no fueron terminadas.