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El menemismo mostró ayer diferencias internas sobre la posición que debe adoptar el gobierno argentino en la guerra contra Irak. Mientras Alberto Kohan, jefe de campaña de Carlos Menem, se refirió al tema en términos de “desterrar al terrorismo”, ratificando un evidente respaldo a la política de la administración Bush, el senador Eduardo Menem tomó distancia y advirtió que la Argentina “debe repudiar cualquier intervención armada en Irak que no cuente con la aceptación del Consejo de Seguridad de la ONU”.
El senador, quien preside la comisión de Relaciones Exteriores de la cámara alta, consideró que esta escalada bélica “no tiene nada que ver” con la guerra del Golfo de 1991, en el cual hubo un pronunciamiento de la ONU.
“En aquel caso en el Congreso autorizamos a enviar dos barcos, que fueron más que nada un aporte testimonial”, dijo. Sin embargo, en la actual situación “las resistencias de algunos países, así como las dificultades que tiene Tony Blair en Inglaterra, demuestran que la posición de EE.UU. no cuenta con muchas adhesiones”. En esta línea, el hermano del ex presidente sostuvo que Bush “debe sentir que la Argentina está de su lado en la lucha contra el terrorismo y las dictaduras, pero también que nosotros estamos por la vigencia del orden internacional”.
De los candidatos presidenciales, Menem es el único que plantea que la Argentina debe alinearse con los Estados Unidos. Al ser consultado sobre el tema por el Centro Simon Wiesenthal, respondió que el país “no puede volver a la neutralidad después de los atentados de 1992 y 1994”.
Kohan dijo ayer que esta posición “se refiere al terrorismo, a tener una postura clara”. Entrevistado por radio América, se refirió al conflicto con Irak en términos de “desterrar al terrorismo, que mucho dolor causa al mundo y nos ha causado a nosotros”.
El ex secretario Legal y Técnico de la Presidencia aseguró, en el transcurso del reportaje, que “nadie está a favor de la guerra” y se preguntó “quién puede estar a favor de la guerra en su sano juicio”. De todos modos, Kohan evitó pronunciarse sobre la actitud que tomaría un eventual tercer gobierno de Menem, al señalar que de ganar, asumirían “recién el 25 de mayo y habría que ver qué pasa en ese momento”.