EL PAíS › CUANDO LA CAMPAÑA TOMA CAMINOS EXTRAÑOS
Los cuernos que Menem supo conseguir
Por Susana Viau
Carlos Menem andaba desvelado por una cornamenta con 26 puntas. Eso fue, al menos, lo que comentaron quienes lo acompañaron a Añuritay, una localidad ubicada a 280 kilómetros de la capital santiagueña. La cornamenta significaba el pase automático a otra categoría y es bien conocido el espíritu competitivo que anima al ex presidente. Al final, siempre según sus acompañantes, cobró la pieza que le permitió acceder al ansiado nivel superior del Safari Club Internacional, el lugar donde se codean lobbystas de armas, políticos republicanos y ricos personajes, entre ellas algunas grandes y cuestionadas fortunas argentinas.
La primera lección dejada por la expedición deportiva de Menem fue el descubrimiento de la existencia de ciervos en la provincia. La especie debe haber realizado milagros de adaptación para sobrevivir en una zona caracterizada por las altas temperaturas, aunque tal vez el coto, perteneciente a uno de sus amigos, Francisco Pizarro, ofrezca, entre otros servicios, la opción de una selva climatizada; la segunda fue que, de acuerdo a las informaciones recogidas por los medios, en el lugar también se pueden cazar leones, un felino que no existe en el país excepto en los zoológicos. Lo cierto es que Menem llegó a esa región de maravillas procedente de La Rioja, en un alto de la campaña previsto al efecto y piloteando él mismo una avioneta. Al retirarse, dan fe sus compañeros de aventura y la dotación de los dos vehículos de custodia que lo escoltaban, lo hacía llevando la estupenda cornamenta que le asegura un ascenso en el escalafón del exclusivísimo Safari.
Muchos sospechan que, en realidad, la expedición no implicó un paréntesis en la batalla preelectoral sino que, muy por el contrario, es parte de ella: Menem, afirman, es capaz de empeñarse en cualquier proeza, desde tener mellizos hasta cazar ciervos en Santiago del Estero, para dejar en evidencia que todavía está lejos de la vejez y del final, una cuestión que preocupa a ciertos nombres que integran su plataforma. Para abonar esa teoría recuerdan que en la última entrevista televisada fueron notorios los temblores en sus manos. “Si en esas condiciones le dio al bicho es porque al ciervo lo ataron”, se mofó uno de sus implacables adversarios.
La caracterización relativa a la ambición del riojano no es desacertada, pero tiene aristas injustas: Menem ya había logrado una foto en Safari Times, la lujosa revista del Safari Club. Era 1997 y Menem posó sonriendo bajo un sombrerito tirolés y entre los frondosos cuernos de un ciervo rojo cazado –así se dice– en la propiedad atribuida a Alfredo Yabrán y ubicada en el Parque Nacional Lanín, a unos 30 kilómetros de San Martín de Los Andes, un paraíso en el que, de acuerdo a las mitologías regionales, gustan instalarse los traficantes de armas. Precisamente Yabrán, José Alfredo Martínez de Hoz y Héctor Chiantore (un empresario de bajísimo perfil adjudicatario del SEC, los parquímetros, grúas y cepos que atormentan a los porteños) pertenecían al reducido staff de miembros del Safari Club en la Argentina. El ciervo rojo es originario de Europa y fue traído a Bahía Blanca, desde donde se extendió hacia el sur, en las áreas próximas a la cordillera. El premio que instaló a Menem en la categoría de Safari Sudamericano, creado para esas fechas y, puede entenderse, en especial para el mandatario argentino, fue entregado en enero de ese año en Las Vegas. A recibirlo concurrió otro fanático de las armas, el ex secretario general de la presidencia Alberto Kohan y a la ceremonia, realizada en el marco de la convención anual del Safari Club, asistió Norman Schwaarzkopf, comandante de la operación Tormenta del Desierto. Aquella vez Kohan aprovechó la volada para entregar una carta de su jefe a George Bush padre. Tanto Bush senior como muchos de los integrantes del Safari Club forman parte de la Asociación del Rifle, una entidad famosa por el intenso lobby que desarrolla para impedir la aprobación de cualquier legislación que implique restricciones a la tenencia de armas enlos Estados Unidos.