El Teatro Coliseo fue el lugar elegido para el acto porque fue allí donde, en agosto de 1920, se llevó a cabo la primera transmisión radial en la historia de la Argentina (y una de las primeras del mundo), tal como recordó ayer Cristina Kirchner en el breve discurso que dio para oficializar la asignación de más de 1200 frecuencias de FM a los municipios de todo el país, un nuevo paso en la implementación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. La presencia de varios gobernadores y la primera plana del Ejecutivo nacional había disparado por la tarde rumores que anticipaban posibles anuncios sobre el gabinete que asumirá este sábado; sin embargo, no hubo menciones sobre el tema. Las palabras de la Presidenta apuntaron a volver a poner como prioridad la completa aplicación de la norma, que permanece, en algunos puntos, bloqueada por la Justicia, a la que CFK le dedicó un párrafo aparte. La concurrencia, conformada en una gran mayoría por militantes de agrupaciones juveniles, acompañó con su aliento toda la ceremonia.

“La Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual fue una construcción colectiva como ninguna”, destacó Cristina Kirchner ganándose una ovación de la platea, donde flameaban banderas de La Cámpora, Kolina y el Partido Comunista Congreso Extraordinario, entre otras, a quienes la Presidenta convocó a “celebrar lo que muchos creían imposible”: cambiar el régimen que databa de la época de la última dictadura y que beneficiaba a los grupos concentrados de información, por un nuevo sistema de reglas que contemple una distribución democrática de las posibilidades del espectro radiofónico y televisivo, incluyendo frecuencias destinadas a entidades sin fines de lucro.

En este sentido, ayer se asignaron señales de FM para cada uno de los más de 1200 municipios que hay en el país. A partir de esta medida, cada pueblo tendrá su propia estación de radio de frecuencia modulada, un paso importante para lograr una mayor “pluralidad de voces”, uno de los objetivos “más valiosos” de esta norma que, aunque surgió de propuestas de la sociedad civil, fue adoptada como propia por este gobierno, que la puso en un lugar central de sus políticas de Estado. “La ley de medios pudo sancionarse a pesar de muchas presiones y ello ocurrió merced a la movilización de la ciudadanía en las calles”, recordó CFK, quien apuntó a “las dificultades judiciales” que debió enfrentar, “como ninguna ley tuvo”.

Sin embargo, manifestó la mandataria, “la justicia llegará también para esta norma” porque “el colectivo social mantuvo vivo el espíritu de los argentinos, no obstante todas las tragedias y fracasos”. Y continuó remarcando la necesidad de “que se pueda cumplir con la totalidad de la ley de medios, que fue votada masivamente en el Congreso de la Nación”. Luego, anunció que se pondrán en marcha “más de 220 canales” de televisión y destacó el rol de Gabriel Mariotto, titular de la autoridad de aplicación de la ley y vicegobernador electo de la provincia de Buenos Aires, a quien calificó como “un cruzado” de este asunto. Por último, completó: “La victoria siempre estará al alcance de las manos”.

Sobre el escenario, a un costado, desde una mesa la observaba el mismo Mariotto, además del ministro del Interior, Florencio Randazzo; el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y el secretario de Comunicación Pública, Juan Manuel Abal Medina. También hubo una nutrida concurrencia de gobernadores, autoridades legislativas (incluyendo a la nueva presidenta provisional del Senado, Beatriz Rojkés de Alperovich). Semejante público hacía entrar en ebullición a las especulaciones: a pocos días del comienzo del nuevo mandato, todavía no hay detalles de cómo formará el próximo gabinete, y muchos creían que ayer podría anunciarse, pero se quedaron con las ganas.

En la Casa Rosada, sin embargo, explicaban que –pasadas las elecciones– ir a fondo con el cumplimiento de la llamada ley de medios será una de las prioridades del Gobierno y ése era el mensaje que se quiso transmitir ayer. “Para lo otro –advierten–, hay que seguir esperando.”