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”¿Cuántas líneas de subte tiene la Ciudad de Buenos Aires?”, preguntó el cronista de “CQC” al candidato a jefe de Gobierno porteño. En medio del cocktail, el aspirante a quitarle el mando a Ibarra le sonrió y quedó mudo. “¿Dónde queda el Palacio de la Papa Frita?”, insistió el periodista en su intento de poner a prueba al empresario sobre cuánto sabe del distrito que pretende gobernar. La respuesta: otra sonrisa y silencio. A pesar de que esta escena protagonizada por Mauricio Macri pudo verse en los adelantos publicitarios del programa de Pergolini, la nota finalmente no salió al aire anoche.
Al ver la publicidad de “CQC” en la que el líder de Compromiso para el Cambio no supo contestar sobre un dato que cualquiera que aspire llegar a la jefatura de la Ciudad debería saber, Página/12 se comunicó con la producción de Cuatro Cabezas para pedir la grabación de la nota para publicarla en su edición de hoy. Ante la consulta de este diario, la encargada de prensa dio la sorpresiva noticia de que la entrevista al candidato no formaría parte del programa que se emitiría unas horas después “por falta de espacio”. “Quizás siga apareciendo en los avances porque ahora ya no hay tiempo de modificarlo, pero cuando editamos hoy por la tarde (por ayer) nos dimos cuenta que no alcanzaba el tiempo del programa para que salga, por eso lo sacamos”, explicó la productora.
Es curioso, porque la nota tenía su encanto ya que dejaba expuesta ciertas carencias del saber del candidato acerca de algunos temas cotidianos de la Ciudad. Sin embargo y a pesar de haber sido parte de los típicos anuncios que durante la semana intentan atraer al televidente para que mire el programa, la nota no salió al aire.
Pareciera que el transporte subterráneo no es el fuerte de ciertos candidatos a ocupar la gobernación porteña. En la anterior campaña por la jefatura comunal, Domingo Cavallo falló en el mismo tema. Consultado por este diario en un reportaje publicado el 23 de febrero de 2000, el ex ministro de Economía respondió que el precio del cospel de subte costaba 75 centavos, cuando en ese momento el costo era de 60.
Pero como en televisión “el tiempo es tirano” el electorado porteño se quedó sin conocer algo más de uno de sus candidatos.