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En el inaudito dominio de los jueces sobre las elecciones argentinas volvió a escribirse un nuevo capítulo con la decisión de la jueza María Servini de Cubría de suspender las elecciones porteñas. Pero la judicialización no parará ahí. Tras la resolución de Aníbal Ibarra de ratificar la fecha, se planteará un conflicto de competencias que –según varios jueces consultados por este diario– deberá resolver la Corte Suprema, el único tribunal que está por encima de la Justicia de la ciudad –que avalaría lo dispuesto por Ibarra– y la Justicia federal, en la que revista Servini.
En Tribunales se dice que, tal como ya adelantó, la jueza se negará a entregar los padrones electorales para que se hagan los comicios del 8 de junio. Va a argumentar que dispuso una medida cautelar –la suspensión de las elecciones– y que por lo tanto no corresponde que suministre el padrón.
Ibarra, por su parte, dirá que la Ciudad tiene autonomía y él, como titular del Ejecutivo porteño, tiene derecho a convocar las elecciones para que se elija a su sucesor. El problema es que, en principio, la única forma de arrancarle los padrones a Servini es que el Tribunal Superior de la ciudad diga que las elecciones pueden hacerse, pero en ese caso habrá un choque de competencias y todo quedará en manos de la Corte.
Puede ocurrir que la jueza se baje de la confrontación y ante el decreto de Ibarra termine resolviendo que la elección de la ciudad puede hacerse. No es una conducta habitual en ella, que se ha entrometido hasta ahora, entre otras cosas, en las elecciones nacionales, la ley de internas simultáneas y obligatorias y la interna radical. Es más, ayer ya hizo trascender que su decisión es no entregar el padrón.
Como es obvio, el litigio ya significará una postergación de hecho de los comicios, por cuanto anoche vencía el plazo de presentación de alianzas. Pero, además, habrá que ver qué jugada hace la Corte. En rigor, el máximo tribunal podría resolver el diferendo expidiéndose en 48 horas, porque aquí no hay de por medio una larga serie de apelaciones ni chicanas judiciales. Varios jueces consultados por este diario coinciden en que la Corte podría definir las cosas en forma rápida, resolviendo quién tiene competencia, si la Justicia de la ciudad o la federal.