EL PAíS
Los gremios aeronáuticos y la CTA marcharon por LAPA y el 1º de Mayo
Con la presencia de De Gennaro se hizo un acto en Costanera en apoyo a los trabajadores de LAPA.
“Me da mucha tristeza nuestra situación, nuestra empresa y nuestro país. La única alegría que tengo hoy es que nos encontramos unidos”, dice Alejandro de la mano de su hija Valentina. De traje azul, como si estuviera pronto a volar, este piloto de 42 años es uno de los 847 empleados de LAPA que desde hace semanas luchan por no perder su fuente laboral. Los cinco gremios aeronáuticos, más delegaciones de la CTA, ATE, SUTEBA, UTPBA y otros gremios realizaron ayer el acto del Primero de Mayo en la puerta del aeropuerto Jorge Newbery, en apoyo a los trabajadores de la empresa aérea en conflicto.
Valentina baila al ritmo de los tambores, los silbatos y los cantos de azafatas, banderilleros y pilotos, que se mezclan con la voz del alto parlante que llama a embarcar. “Este es el primer Día del Trabajador que paso sin trabajo”, recuerda con algo de nostalgia su papá. Alrededor, el hall del sector A1 de Aeroparque está repleto de empleados que aseguran con sus gritos y carteles que “LAPA no se cierra”. A unas cuadras, en avenida Sarmiento y Costanera, manifestantes de la CTA, ATE, SUTEBA, UTPBA y otros gremios de trabajadores esperaban concentrados para marchar hacia el aeropuerto y reunirse con los aeronáuticos.
“Unidad de los trabajadores y al que no le gusta, se jode, se jode”, llegaron cantando los empleados de DINAR con una pequeña réplica de avión en andas. Rápidamente se mezclaron con el resto de los manifestantes y entre banderas, guirnaldas y papelitos salieron a la vereda a unirse con los sindicalistas que llegaron hasta allí para brindar su apoyo.
“No están solos”, comenzó a decir, de espaldas al río, el secretario general de la CTA, Víctor De Gennaro, recién llegado de su acto principal en La Matanza. Y continuó: “Si hay unidad entre los trabajadores y entre las organizaciones sindicales, vamos a recuperar los puestos de trabajo como lo hicimos con Aerolíneas hace dos años”. Por el escenario, montado sobre un enorme camión, también pasaron representantes de los docentes de Buenos Aires (SUTEBA), ATE Capital, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora y, obviamente, de los cinco gremios aeronáuticos.
“Si hay que cortar la pista, cortamos la pista. Y si hay que cortar la Ricchieri, la cortaremos”, gritó Ariel Basteiro, ya casi sin voz. El secretario general del Personal Aeronáutico (APA), recibió aplausos y papelitos más de una vez. “Hoy no es un día de fiesta. Es un día de lucha. Por eso estamos aquí dando nuestra propia pelea”, dijo Basteiro, mientras debajo del escenario, entre las ruedas y los redoblantes, los hijos de los empleados no entendían de discursos.
Detrás del grueso vidrio que separa la calle del aeropuerto algunos de los trabajadores observaban. Se habían quedado adentro, junto a la carpa que desde hace días mantiene la vigilia de sus reclamos. Más allá, contra una escalera mecánica, cientos de bolsas con comida y ropa esperaban para volar a Santa Fe. “Es que decidimos ayudar a los que están peor que nosotros”, aclaró una azafata refiriéndose a los habitantes de la provincia inundada.
Valentina no se soltó ni un minuto de la mano de su papá. Mucho menos al escucharlo decir que “si no nos ubican en una nueva empresa, me tendré que ir a buscar trabajo fuera del país. Muchos de los pilotos que LAPA despidió el año pasado están en Indonesia y en Africa”.
Informe: Martina Noailles.