Los legisladores del oficialismo bonaerense esperan conocer hoy el proyecto de ley de emergencia económica y financiera en la provincia, con el que el gobernador Daniel Scioli busca un paraguas legal para el fraccionamiento del medio aguinaldo de los empleados públicos y cubrir parte del déficit del distrito. El kirchnerismo esperará a conocer la letra chica de la iniciativa para pronunciarse, aunque ya descartó su respaldo para un ajuste “neoliberal”. En tanto, no faltaron opiniones sobre la crisis provincial de quienes se ubican de un lado y otro de los afectos hacia el gobernador. El camionero Hugo Moyano cargó contra el kirchnerismo y lo responsabilizó de intentar “un golpe de Estado encubierto” contra Scioli. Mientras, el ministro de Infraestrcutura provincial, Alejandro Arlía, negó que el gobierno nacional busque que Scioli “se vaya” de su cargo, pero apuntó al kirchnerismo al afirmar que “hay algunos que deben sentir envidia” porque el gobernador “mide bien” en las encuestas. El diputado nacional kirchnerista Carlos Kunkel enmarcó el conflicto en el “error” del gobernador de adelantar tres años la disputa por la sucesión presidencial, al revelar sus aspiraciones personales.

Scioli necesita del respaldo de todos los legisladores oficialistas para conseguir la aprobación de la emergencia económica provincial. Pero hasta ayer por la noche ninguno de ellos conocía los detalles del texto que el gobernador podría enviar hoy al mediodía a la Legislatura. El primer borrador no logró traspasar la resistencia kirchnerista a respaldar una iniciativa que “incluya medidas neoliberales” de ajuste.

El último contacto con los legisladores K –de gran peso dentro de los bloques oficialistas en ambas cámaras bonaerenses– fue el viernes pasado, en la sede del Banco Provincia, donde varios ministros intentaron sin suerte convencer a sus interlocutores de las bondades del proyecto. Del otro lado escuchaban, entre otros, los encargados de poner en marcha el debate legislativo: el vicegobernador y presidente del Senado, Gabriel Mariotto, y el titular de la Cámara baja, Horacio González.

Los legisladores oficialistas confían en que hoy accederían al proyecto final del texto que elaboró la gobernación. Pero los K son los más refractarios a respaldar cualquier instrumento que presente Scioli. Incluso, ayer por la noche evaluaban que sólo pondrían todos sus esfuerzos para avalar alguna iniciativa que resuelva los recursos económicos para solventar el pago completo de los aguinaldos, pero que se tomarían todo el tiempo necesario para evaluar cualquier otro tipo de medidas.

La Legislatura provincial tenía previsto sesionar este jueves 12 como paso previo al receso invernal, que amenaza acortar los tiempos de Scioli para contar con normativa que sostenga legalmente el fraccionamiento salarial de los estatales bonaerenses, que volverán a parar por 48 horas este miércoles y jueves en demanda del pago completo del medio aguinaldo. Scioli tendrá un escollo extra si quiere convertir en ley su proyecto esta semana: deberá contar con el respaldo de gran parte de la oposición para alcanzar los dos tercios que habiliten su tratamiento sobre tablas.

La apelación de la Fiscalía de Estado a la medida cautelar dictada por el juez en lo Contencioso Administrativo de La Plata, Luis Arias –que dispuso que la provincia debía pagar el medio aguinaldo en una sola cuota, como marca la ley– sólo le daría algo de aire a Scioli hasta que cuente con una ley que proteja su decisión.

En medio de esta carrera contrarreloj, no faltaron quienes se sumaron a la disputa dentro del oficialismo provincial. Moyano, que pugna por su re-reelección al frente de la CGT, enfrentado con la Casa Rosada, no dudó en alinearse con Scioli. “Para mí es un golpe de Estado encubierto, y me hago cargo de lo que digo; todo el mundo sabe que la provincia de Buenos Aires es inviable desde hace años”, lanzó el camionero. “Al no ayudar a pagar los sueldos, es evidente que están buscando el fracaso del gobernador”, aseveró el dirigente cegetista, antes de sostener que si Scioli abandonara la provincia, “seguramente empiezan a mandar todo el dinero” necesario.

“Hay que tener en claro cuál es la pertenencia de Daniel Scioli: fue vicepresidente de Néstor Kirchner y fue dos veces en la lista con Cristina Fernández de Kirchner. Ninguno de nosotros piensa en estar en otro lado que no sea en el proyecto nacional”, sostuvo Arlía, en un intento por descomprimir la conflictiva relación con la Casa Rosada. “No creo que el gobierno nacional quiera que Scioli se vaya, lo que pasa es que hay gente que habla porque le sobra aire en los pulmones y que después dice y se desdice”, completó el ministro sciolista, aunque no pudo abstraerse de la disputa con el kirchnerismo: “Hay algunos que deben sentir envidia porque Scioli mide bien, y bueno, es una cuestión de diván”, dijo, para referirse a las críticas del oficialismo al gobernador.

Kunkel también se sumó al debate. “No lo hubiéramos tenido cuatro años y medio como vicepresidente y cuatro años como gobernador”, argumentó el diputado para replicar a quienes acusan al kirchnerismo de perjudicar a Scioli. Pero luego señaló algunas decisiones que juzgó erróneas de la administración provincial. Primero le apunto a Arlía, el ex ministro de Economía provincial que no previó las partidas presupuestarias para hacer frente al pago de los salarios. “Lo que pasa –completó Kunkel– es que esto hay que enmarcarlo en un error que me parece que cometió Daniel, que fue adelantar una interna para la presidencial para dentro de tres años”: en mayo pasado Scioli confirmó su aspiración de llegar a la Rosada en 2015.