El gobierno bonaerense explora varias alternativas para poder saldar lo más rápido posible la totalidad del medio aguinaldo a la mayoría de los trabajadores estatales, cuyo pago se fraccionó en cuatro cuotas y desató la resistencia de los gremios provinciales. Con la certeza de que no conseguirá el respaldo necesario de la Legislatura, el propio gobernador Daniel Scioli admitió ayer que “ojalá no tengamos que llegar a una ley de emergencia” económica. “Coincido con el gobernador en que si podemos evitar la ley de emergencia, mejor”, sumó el ministro de Interior, Florencio Randazzo, para dejar sentada la postura de la Casa Rosada. Al caer la tarde, el jefe de Gabinete sciolista Alberto Pérez les planteó a los sindicatos que la provincia podría adherir a la Ley de Emergencia Económica nacional si no consigue otra salida a la crisis. En tanto, en La Plata aseguraban que el gabinete económico provincial trabajaba en sintonía con sus pares del gobierno nacional en busca de una solución que aporte liquidez a las arcas bonaerenses para afrontar el pago de los salarios diferidos.

“Ojalá no tengamos que llegar a una ley de emergencia. Ese es el objetivo, y pagar los aguinaldos lo antes posible. La ley de emergencia es un último recurso en el caso de que no puedan prosperar otras alternativas”, insistió Scioli ayer luego de participar de una jornada sobre parques industriales organizado por la UIA. Más temprano, la ministra de Economía bonaerense, Silvina Batakis, había asegurado que Scioli “está dispuesto a hacer todos los cambios que sean necesarios” para lograr consenso en torno del proyecto de emergencia económica.

Pero después de que los primeros intentos de negociación volvieron a mostrar que los legisladores del kirchnerismo no avalarían el proyecto de emergencia, que le serviría a la administración provincial de paraguas legal para el fraccionamiento del aguinaldo, el gobernador volvió a depositar sus esperanzas en la Casa Rosada: “Confío en que se va a poder solucionar de acuerdo con lo que hemos conversado con autoridades nacionales en las que vemos buena voluntad. Queremos prever distintos tipos de alternativas”, agregó Scioli.

“Estamos trabajando con nuestros ministerios; tenemos títulos que se pueden hacer líquidos para enfrentar el escenario y de esta manera superar esta situación coyuntural”, sostuvo el gobernador antes de afirmar que “lo que más anhelo es pagar el aguinaldo”. Sin embargo, la Bolsa de Comercio porteña le dio la espalda a sus expectativas. El Bogar 2018, los bonos provinciales que podría absorber el Banco Central para darles liquidez a las arcas bonaerenses, cayó ayer un 2,56 por ciento en la primera rueda de la semana y después que Scioli admitiera el sábado, durante la conferencia de prensa en la casa de gobierno provincial, su posible venta como una salida al agujero fiscal. “No es la única alternativa”, replicaron desde La Plata al conocer la noticia de la caída en la cotización de los bonos.

El ministro de Interior y Transporte fue el encargado de expresar la opinión del gobierno nacional. Randazzo coincidió con Scioli en que “sería mejor” para la provincia evitar el envío a la Legislatura de un proyecto de ley que declare la emergencia económica, aunque le aconsejó al gobernador “no victimizarse”. “Se trata de que el gobierno pueda afrontar el pago del medio aguinaldo”, sostuvo.

El ministro destacó el envío de “mil millones adicionales por decisión de la Presidenta (Cristina Fernández) para ayudar al gobierno (de Scioli) a afrontar el pago de salarios y aguinaldo”. “En los primeros seis meses del año las transferencias del gobierno central a las provincias han sido 23 por ciento superiores a las del año pasado”, agregó Randazzo para deslindar responsabilidades de la Casa Rosada en la crisis bonaerense. Randazzo también reconoció como “un tema pendiente” el reclamo de Scioli de “mayor coparticipación”, aunque recordó que una reforma de la Ley de Coparticipación Federal “no es una decisión fácil”, ya que la misma debe contar –según la reforma constitucional del ’94– con el acuerdo de los 23 gobernadores.

Al caer la tarde, el jefe de Gabinete provincial, Alberto Pérez, volvió a reflotar la idea de la emergencia económica frente a los gremios de los estatales bonaerenses, pero con otro formato. Pérez les dijo a los dirigentes sindicales que el gobierno provincial también evaluó presentar ante la Legislatura bonaerense un proyecto para “adherir a la Ley de Emergencia Económica nacional”, que en caso de conseguir apoyo legislativo le permitiría a Scioli “rediseñar contratos no laborales e instrumentos financieros”. La decisión pondría en una disyuntiva a los legisladores del kirchnerismo provincial, ya que el gobierno nacional viene prorrogando año a año esa ley sancionada en 2002 tras la salida de la convertibilidad y en diciembre de 2011 volvió a extenderla por otros dos años más.

“Es una posibilidad. Un artículo de la ley habilita la adhesión de las provincias y Formosa ya lo hizo en diciembre pasado. Pero estamos hablando siempre de un último recurso”, reconocieron a Página/12 cerca de Pérez. Aunque los funcionarios bonaerenses volvieron a depositar todos los esfuerzos, en sintonía con el propio gobernador, en las negociaciones que llevan adelante los equipos técnicos de los ministerios de Economía de la Nación y de la provincia. “Creemos que se puede alcanzar una salida que nos permita cancelar el pago del medio aguinaldo lo más rápido posible”, afirmaron ante este diario.