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Desde Neuquén

Rubén Omar Capitanio, cura párroco de la localidad neuquina de Centenario, repudió públicamente las expresiones del sacerdote pampeano Jorge Luis Hidalgo, quien hace pocos días saludó y felicitó con motivo de su cumpleaños al dictador Jorge Rafael Videla. “Uno puede ser amigo de quien quiera, pero nunca, y menos siendo sacerdote, traicionar con su conducta lo que debe saber practicar y enseñar y mucho menos hacer apología de delitos exhaustivamente comprobados, juzgados y condenados”, expresó Capitanio en un documento que tituló “No se puede callar ante el escándalo”.

Capitanio remarcó que le “duele profundamente el silencio del padre obispo (de La Pampa) Mario Poli y de toda su comunidad eclesial” y dijo que ese silencio “que como Iglesia venimos arrastrando como desgraciada infidelidad a Dios y a nuestro pueblo desde hace décadas, nos impide tener una palabra creíble para nuestra sociedad porque nos hace cómplices de una prolongada impunidad escandalosa”. “Si no se rectifica, esta actitud lo descalifica para ejercer el servicio sacerdotal”, concluyó Capitanio.

Capitanio es discípulo del obispo neuquino Jaime De Nevares. Fue testigo en diversos juicios como el que se realizó en Neuquén a ocho represores del campo de concentración La Escuelita y también en La Plata, donde se juzgó al cura Cristian Von Wernich. Hidalgo es cura de la parroquia Medalla Milagrosa del barrio Butaló en Santa Rosa. El mensaje donde escribió “No fueron 30 mil ni fueron inocentes, feliz cumpleaños general” se publicó en Facebook el 2 de agosto pasado.

El documento pide “que el pueblo de La Pampa nos perdone. Que las víctimas de la dictadura, sus familiares y amigos, no tengan en cuenta esta nueva gravísima ofensa de alguien de nuestra Iglesia para con ellos, y quieran recordar que no somos pocos los que desde la misma Iglesia estamos en contra de estas afirmaciones, conductas o silencios cómplices de nuestra institución”.