“Concuerdo en que lo que las Madres hacemos son presiones, y concuerdo porque se da cuenta de que los jueces de la Corte son presionables. A raíz de esto quiero decir que las presiones de (Héctor) Magnetto (CEO del Grupo Clarín) y de las Madres son como una pulseada. Es saber quién tiene más fuerza: si Magnetto o el pueblo, porque eso es lo que las Madres hacemos: presionamos con nuestra acción.” Así contestó la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, ante la noticia de que había recibido dos denuncias penales por el discurso que pronunció el jueves pasado ante el Palacio de los Tribunales. En el mismo sentido consideró que está bien que pongan custodia en el edificio de Tribunales porque “el pañuelo, a veces, tiene más fuerza que un fusil”.

Hace una semana, Bonafini había advertido que entraría a los tribunales para exigir a los jueces de la Corte “ponerse las pelotas” para rechazar los planteos del Grupo Clarín contra la ley de medios y luego amenazó con revelar el pasado de cada magistrado del máximo tribunal para que se sepa “quién es cada uno de ellos” a partir de una investigación que dijo estar encabezando. “Hoy estamos en la puerta; el día que nos hartemos vamos a entrar y veremos qué pasa”, había dicho.

El fiscal general Diego Nicholson denunció de oficio a Hebe de Bonafini por el delito de “amenazas coactivas agravadas”, y solicitó una custodia especial en el Palacio de Tribunales. “Debe haberse sentido protegida y en su posición desafiante fortalecida” mientras que “nadie del Poder Ejecutivo ha tenido la prudencia de llamarla a la mesura” por sus palabras “insultantes y despreciativas hacia la investidura de los magistrados”, dijo el fiscal. Su denuncia recayó en manos del juez federal Sebastián Ramos, que ahora deberá girarle las actuaciones al fiscal Carlos Rívolo para ver si este funcionario entiende que hay delitos para investigar.

A esta presentación se sumó otra que formuló Jorge Luis Vitale, el primer abogado que denunció el caso Ciccone y en la que se acusa a Bonafini por delitos como “intimidación pública, asociación ilícita, instigación a cometer delitos, extorsión y atentado y resistencia a la autoridad”, que quedó radicada como el expediente 170/13 en el Juzgado de María Servini de Cubría, que no está haciendo uso de su licencia estival. En esa querella, el denunciante remarcó que la gravedad de los dichos de Bonafini concuerdan con el apoyo a un Gobierno cuya “presidente es quien con otras palabras en su Twitter refirió al Poder Judicial con un total desprecio por la división de poderes”.

Sin tener conocimiento de esta segunda denuncia, Bonafini emitió el comunicado en donde dijo que ejercía presiones sobre la Corte, tal como enunció el fiscal Nicholson en su denuncia. “En respuesta al señor fiscal general Diego Nicholson quiero decirle que concuerdo con él cuando dice que lo que las Madres hacemos son presiones, y concuerdo porque se da cuenta de que los jueces de la Corte son presionables”, apuntó Bonafini al vaticinar una “pulseada” entre ella –”o el Pueblo”– y Clarín. “También estoy de acuerdo en que custodien con más policía a los ministros de la Corte Suprema por miedo al pañuelo porque a veces tiene más fuerza que un fusil. Siempre hemos puesto el cuerpo y con él nos hemos defendido”, agregó en el texto que fue publicado en la página de la Asociación Madres de Plaza de Mayo.