La presidenta Cristina Fernández de Kirchner profundizó a través de su cuenta de Twitter algunos de los temas que presentó ante la Asamblea Legislativa. “Los ciudadanos pueden elegir presidentes, gobernadores, legisladores. No van a elegir a los jueces que ejercen. Hablamos de los consejeros”, señaló en uno de los primeros mensajes apuntando a la elección de los integrantes del Consejo de la Magistratura. También sostuvo que no iba a permitir que “esta desgracia terrible que nos sucedió a los argentinos sea utilizada como pieza de ajedrez en el tablero internacional”, repitiendo parte de su discurso en el que defendió el tratado con Irán por la causa AMIA.

“Tenemos que hacer una profunda democratización de la Justicia”, repitió la Presidenta, evidenciando uno de los puntos sobre los que el oficialismo intensificará su atención y agregó: “Representación popular en todos los poderes. Ni jueces ni abogados tienen coronita para ser elegidos entre ellos”, destacó la Presidenta en su cuenta de Twitter, para agregar luego que “el poder público son los tres poderes y los tres tenemos que tener la misma transparencia”, apuntando a la diferencia en la elección entre el Poder Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial. “El Poder Judicial no puede ser un lugar donde sólo acceda quién es ‘conocido de’ o ‘pariente de’”, continuó y agregó que “todo ciudadano que reúna las cualidades, los requisitos y apruebe los exámenes que se establezcan está en condiciones” de acceder al sistema.

El memorándum firmado por la cancillería argentina con su par iraní para acordar la indagatoria de los funcionarios investigados por la causa AMIA también tuvo sus líneas. “Teníamos que destrabar esto”, casi exclamó la Presidenta y se preguntó: “¿Qué es lo peor que puede pasar si no cumplen? Primero, la condena internacional de no cumplir un tratado. Segundo, vamos a estar exactamente igual que ahora, entonces, ¿cómo no intentar? Siempre hay que intentar en la vida resolver los problemas”. La explicación al acuerdo la posó en que “será que soy parte de una generación que veía la cosa y arremetía; iba con todo” y porque quería “saber qué pasó adentro. Quiénes fueron los que encubrieron, los que escondieron las pruebas. Quiero saberlo”, sostuvo, insistiendo en conceptos que expresó el viernes último al inaugurar el período de sesiones ordinarias del Congreso.

En la misma línea, Fernández de Kirchner reflexionó que “el mundo necesita paz”, consideró que “si a este desastre económico, social y financiero que atraviesa el mundo le agregamos guerra por cuestiones religiosas estamos definitivamente locos como humanidad” y concluyó exclamando que se negaba “a ser esos pusilánimes vegetativos que están haciendo la plancha y que no les importa nada. Me niego al protocolo!”. En tal sentido repitió nuevamente que no iba a permitir que “nadie utilice la desgracia y la tragedia de los argentinos para fines de geopolítica internacional” y reafirmó que su “compromiso con esta causa es encontrar la verdad, saber qué es lo que pasó, no solamente desde afuera, saber qué pasó adentro también”, insistiendo en la búsqueda de verdad y justicia sobre el atentado ocurrido el 18 de julio de 1994 y en el cual murieron 85 personas.

Finalmente, después de referirse a la causa por la voladura de la Embajada de Israel en 1992, recordó su paso por la comisión bicameral que investigó y aseguró que “la verdad que mi personalidad no es para hacer la plancha. Lo más fácil hubiera sido hacer eso, lo que hacen muchos: la plancha”.