EL PAíS › EL PRESIDENTE REINAUGURO UN FRIGORIFICO
Falta un poco para el asado
Eduardo Duhalde reinauguró un frigorífico e insistió con que en 60 días se notarán los efectos de la reactivación. También habló de los políticos que piden que se adelanten las elecciones.
Dijo que no va a renunciar porque sería “una cobardía” hacerlo mientras el país continúe en crisis. Y advirtió que “hay algunos políticos que quieren apresurarse y adelantar las elecciones porque saben que la gente que no quiere a los políticos no está organizada”. El presidente Eduardo Duhalde habló ayer en su programa de Radio Nacional y después partió hacia Salto, una localidad de la provincia de Buenos Aires donde reabrió sus puertas una planta frigorífica. Entre tantas pálidas cotidianas, el Presidente quiere aprovechar la reactivación que la devaluación produjo en el sector exportador. Su intención es aparecer, cada vez que pueda, en acontecimientos que demuestren en la práctica que su política, como predica cada vez que tiene un micrófono cerca “tiene como ejes centrales la producción y el trabajo”.
Primero habló en Radio Nacional, y luego hizo declaraciones en Salto, una localidad de la provincia de Buenos Aires ubicada a doscientos kilómetros de la Capital Federal. El Presidente viajó a reinaugurar un frigorífico junto a los ministros de la Producción, José Ignacio de Mendiguren; el de Trabajo, Alfredo Atanasof; el secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández; el titular del Senasa, Bernardo Cané; el diputado José María Díaz Bancalari, y el intendente Ricardo Alessandro. El Presidente se puso un guardapolvo blanco y recorrió las instalaciones de la planta frigorífica Arrebeef, que reanudó sus exportaciones de carne hacia la Unión Europea (UE). El secretario general de la Presidencia contó a Página/12 que quedó sorprendido con el alto nivel de desarrollo tecnológico que puede verse en el área del frigorífico destinada a la elaboración de la carne kosher que comen los judíos ortodoxos.
El Presidente felicitó a los propietarios del establecimiento por su emprendimiento. La reapertura de la fábrica se benefició con el reciente anuncio de la Unión Europea, que resolvió permitir el ingreso de carne proveniente de Córdoba, Santiago del Estero y La Pampa, provincias que habían sido tachadas de la lista por los europeos tras el rebrote de la aftosa que afectó al ganado durante la gestión de la Alianza.
En el gobierno esperan que la reapertura del frigorífico Arrebeef no sea un hecho aislado, sino que paulatinamente se produzca un efecto contagio para que puedan volver a funcionar las industrias vinculadas a la exportación que estaban perjudicadas por el tipo de cambio. Así, el gobierno de Duhalde podría insuflar algo de optimismo, aunque sólo se trate del mejoramiento de un sector de la economía. “Vamos a aprovechar todas las oportunidades de reinaugurar y mejorar todas las fábricas que puedan exportar. En Misiones está mejorando la situación de la madera y Acindar y Siderar, que estaban con algunas complicaciones, están trabajando en cuatro turnos”, se entusiasmó en diálogo con este diario un funcionario del gobierno. En su programa de Radio Nacional, Duhalde había hecho referencia a la reapertura de Quickfood, un frigorífico que exportaría carne a San Luis. También se entusiasmó de que en sesenta días vuelvan a ponerse en marcha muchas más fábricas.
Pero mientras tanto, el Presidente no puede evitar seguir hablando de la crisis aunque intenta ser optimista. “No hubo en el mundo, en países reconocidos e importantes, una recesión y una depresión tan profunda como la que vive la Argentina, pero nuestro país tiene destino de grandeza, porque es un país que está condenado a ser exitoso, y dependerá de nosotros, de las actuales generaciones”, repitió. Respecto de las protestas y las críticas contra su gestión, Duhalde reconoció que “nada de lo que uno hace conforma a la gente, porque esta situación es como una partida de ajedrez muy compleja, donde cada una de las jugadas no son satisfactorias”. Pero aseguró que tiene “una fe enorme en poder sacar al país adelante”.
También hizo una autocrítica: reconoció que se equivocó al prometerles a los ahorristas apenas asumió que los depósitos serían devueltos en la moneda en que habían sido efectuados. “Me dijeron que estaban los dólares, pero no estaban, se los habían llevado de los bancos.” Dijo también que aél no lo agarró el corralito porque nunca tuvo una cuenta corriente en un banco.
“Siempre me ha gustado más el tema de las acciones en vez de (tener) plata en el banco”, confesó.