Roberto Lavagna, Mauricio Macri y Hugo Moyano dejaron al descubierto las diferencias que existen entre ellos.
Imagen: DyN & TELAM.

Duró poco. La paz entre Mauricio Macri y Roberto Lavagna se rompió ayer con recriminaciones públicas. Al jefe de Gobierno no le gustó que Lavagna formara parte de la foto del peronismo opositor. “Para el acuerdo todavía falta mucho”, afirmó. “Puedo entender que esta foto no haya gustado, a mí no me gustaron las fotos del Borda, pero no hice ningún escándalo por eso”, le retrucó el ex ministro de Economía. A la discusión se sumó Hugo Moyano, el nuevo aliado de Lavagna: “La experiencia más importante que Macri ha tenido en política ha sido conducir a Boca”. Más allá de las declaraciones altisonantes, la negociación entre el PRO y Lavagna continuará la semana próxima. Macri ayer se mostró en otra foto con sus candidatos bonaerenses, en una señal a Francisco de Narváez.

Los negociadores macristas hicieron lo posible por disimular el malestar con la movida del peronismo opositor, que reagrupó en Córdoba a Lavagna, Moyano, De Narváez y a José Manuel de la Sota, que ofició de anfitrión. “Estamos lejos de esa foto”, fue lo más que se le escuchó decir al ministro de Gobierno, Emilio Monzó. Pero a Macri se le soltó la cadena y dejó trascender por diversos medios que la participación de Lavagna lo había hecho enojar. Luego lo negó: “No me molestó la foto, para nada. No me puede molestar que Lavagna quiera ser el candidato del peronismo. No sé, es como si me molestara que Carrió y Pino vayan juntos. Nosotros veníamos conversando con él, pero sólo eso”, afirmó Macri. En la misma presentación en la Feria del Libro, el secretario general Marcos Peña dijo: “La gente tiene hartazgo con las reiteradas vivencias del pasado político. Hay que mirar al futuro”.

La respuesta de Lavagna llegó con la dosis habitual de ironía. “A mí no me gustaron las fotos del Borda, pero no hice ningún escándalo por eso”, sostuvo el ex ministro de Economía, en referencia a la represión de la Policía Metropolitana, sobre la que había mantenido silencio hasta ayer. “Puedo entender que dentro del PRO haya quien no acepte estas cosas, pero uno tiene que trabajar sobre la realidad y con la gente que está: no puede borrar la historia de la gente ni modificar su propia historia”, consideró Lavagna, ya más contemporizador. “El objetivo es conformar un centro grande que sea capaz de presentar una alternativa con 4 o 5 puntos importantes, entre sectores del justicialismo que están saliendo del freezer en que los tiene el Gobierno, con otros sectores como el PRO en Capital”, afirmó.

En el macrismo no le contestaron abiertamente y dejaron trascender que las negociaciones seguirán avanzando, aunque harán un parate hasta la semana que viene. “Necesitamos de la unidad de todos los argentinos”, sostuvo Macri, que reunió a candidatos a intendente de 50 municipios. Monzó señaló que hay “conversaciones avanzadas con sectores del peronismo, el radicalismo e independientes para conformar un frente electoral que le dé a los argentinos una alternativa al kirchnerismo”. E insistió en que “Macri es el mejor candidato para las presidenciales”. Los acompañaban los intendentes de San Isidro, Gustavo Posse, y de Vicente López, Jorge Macri.

Luego de la foto de los peronistas opositores en el macrismo aclararon que las negociaciones son con Lavagna y solamente con Lavagna. Esto implica que no tendrán lugar en las listas los dirigentes ni de De Narváez, ni de Moyano. El secretario general de la CGT opositora salió ayer a despegarse de Macri, a quien volvió a dedicarle epítetos como en las viejas épocas. “Cuando estos señores, porque tienen ojos celestes y provienen de familias tales, se creen que son los únicos que representan a la sociedad, me parece que se equivocan”, afirmó el dirigente camionero. “¿Se han preguntado si yo quiero estar con Macri, si yo quiero estar con ellos?”, interrogó. Moyano lanzará su partido el próximo martes en el Luna Park. Todavía no tiene definida su estrategia, pero en su entorno juran y perjuran que no se aliarán jamás con Macri.

El líder de la CGT opositora condenó la represión en el Borda y consideró que “la Policía Metropolitana reprime a los trabajadores”. Moyano optó por emparentar a Macri con el vicegobernador bonaerense Gabriel Mariotto, que también había cuestionado la foto. “Piensan igual. Los que están detenidos en el tiempo son ellos”, sostuvo. Moyano se cuidó de criticar a Lavagna. “Seguramente, como pertenece a Capital, habrá acordado con el macrismo, lo cual no me parece mal.” Sobre los macristas, dijo finalmente: “¿Sabe las veces que me han invitado a comer?”. No aclaró cuántas fueron.