Al dirigente sindical Pablo Micheli se le escapa cada vez más el control de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE). “El fraude realizado en la asamblea demuestra no sólo la nula representatividad del michelismo en ATE Capital, sino también el rechazo que produce entre nuestros representados el uso de recursos económicos para un proyecto político reaccionario y minoritario”, afirmó el secretario gremial, Luciano Fernández. El posicionamiento de Micheli, que se asoció al cegetista Hugo Moyano, produjo la irrupción de un sector en ATE conducido por Fernández. Ayer se desarrolló una asamblea de afiliados en la Federación de Box en la que se trataban los gastos realizados por el gremio durante el año pasado, entre otros puntos. “Fue escandalosa la situación de votación, porque en el conteo de los votos a mano alzada era mayoritaria la negativa porque no hay acuerdo con el manejo de los fondos”, denunció Leandro Castro, integrante del consejo directivo porteño. “La acreditación se extendió más de cuatro horas y se inició la asamblea aun con gente que no podía ingresar”, denunció Castro. Los gremialistas adelantaron que irán a la Justicia para impugnar la resolución.