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Con una muestra de poco más de 600 productos relevados en 3200 comercios porteños se lanzó ayer el Indice de Precios al Consumidor (Ipcba) de la Ciudad de Buenos Aires. El nuevo indicador se suma a las mediciones que realizan las provincias desde 2007, cuando comenzaron a ponerse en tela de juicio las estadísticas oficiales del Indec. Los precios consultados se promediarán entre el más caro y el más barato en los supermercados, y se realizarán relevamientos de campo y por teléfono. Para eso se contará con el personal de la Dirección General de Estadística y Censos del Ministerio de Hacienda de la Ciudad. Por su parte, según pudo saber Página/12, el equipo técnico del economista en jefe del Banco Ciudad, Federico Sturzenegger, prepara un índice para medir la evolución del PIB porteño a partir de los nuevos datos del Ipcba.

“El trabajo de armado comenzó a mediados de 2008, con un grupo de agentes de la Dirección de Estadísticas, y a mediados del año pasado se iniciaron las primeras pruebas (de campo)”, explicó a este diario un colaborador del ministro de Hacienda, Néstor Grindetti. El IPCB registrará los cambios del nivel de precios de 628 productos y servicios sobre una muestra de 3234 comercios y empresas. El cálculo surgirá entonces del procesamiento de 59.287 valores por mes. El IPC-GBA que elabora el Indec, luego de la reforma de 2008, releva 440 productos en 6000 comercios, que arroja 80.000 valores mensuales.

Según lo informado por la gestión PRO, el ordenamiento de los productos y servicios se realizará “de acuerdo a la Clasificación Internacional del Consumo que se utiliza, entre otros, para la armonización de precios del Mercosur”. Este criterio desagrega en división de bienes y servicios (por ejemplo, alimentos y bebidas), grupos (alimentos), clase (pan y cereales), subclase (panadería y pastelería), conjunto de productos (facturas y churros) y producto (facturas). Las divisiones y sus ponderaciones en el índice son Alimentos y bebidas (con un peso del 17,1 por ciento); Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles (12,5); Transporte (11,9); Restaurantes y hoteles (10,2); Salud (9,7); Recreación y cultura (9,5); Equipamiento y mantenimiento del hogar (7,7); Prendas de vestir y calzado (6,9); Bienes y Servicios varios (5,5); Comunicaciones (3,9); Educación (3,3); y Bebidas alcohólicas y tabaco (1,9), explicaron.

La metodología de relevamiento será promediar entre el precio más bajo y el más alto. Se realizará un trabajo de campo de 568 bienes y servicios y “en gabinete” (telefónico, Internet, mail y fax) de otros 60 ítems. Para cada división, la cantidad de informantes, en sintonía con la proporción de la encuesta de consumo de hogares del Indec, son: Viviendas (109), Alimentos (592), Equipamiento (467),

Comunicaciones (35), Restaurantes (162), Bienes y servicios (386), Prendas (430), Transporte (205), Salud (202), Educación (150) y Recreación (496), además de las comunas.