“A título personal (creo) que el Frente Amplio debería incorporar a individuos que quieran cooperar en este esfuerzo, pero vería muy inconveniente la incorporación del radicalismo.” La frase pronunciada ayer por el ex canciller Dante Caputo, recientemente proclamado por el socialismo como su candidato a diputado en la provincia de Buenos Aires, agudizó el conflicto entre las fuerzas de la oposición no peronista en ese distrito. El diputado radical Ricardo Alfonsín venía tratando de avanzar en un acuerdo electoral con la líder del FAP bonaerense y titular del GEN, Margarita Stolbizer. Sin embargo, otros referentes del GEN, así como otros partidos del FAP como Unión Popular, de Víctor De Gennaro, y ahora el socialismo a través de Caputo, rechazan la idea.

“Si llegáramos a entrar en la kryptonita de la interna radical, nos ganan por todos lados porque son expertos en la interna”, ironizó Caputo.

“Espero que no se impongan en el FAP las posiciones de quienes no son capaces de advertir que más que nunca es necesario hacer un esfuerzo para reunir a las fuerzas sociales y políticas que, a pesar de sus coincidencias, compiten entre sí en elecciones generales”, respondió Alfonsín, quien aseguró que la postura de Caputo resulta “funcional a los deseos del oficialismo y a quienes aspiran a sucederlo desde concepciones liberales, noventistas o promercados”. El presidente de la UCR, Mario Barletta, también le salió al cruce. Sostuvo que sus declaraciones son “incomprensibles” y que “debe estar mal informado sobre la situación del radicalismo, tal vez porque pasa mucho tiempo fuera de la Argentina”.

Caputo había recibido la propuesta de ser candidato por parte del ex gobernador Hermes Binner, quien en otro gesto de alejamiento de la UCR compartió el acto de lanzamiento como partido nacional de Unidad Popular, la fuerza liderada por De Gennaro y Claudio Lozano, máximos exponentes del rechazo a la UCR. La Coalición Cívica bonaerense, a través de su presidente, Walter Martello, y del diputado nacional Horacio Piemonte, sostuvo que todas las fuerzas políticas afines deben volver a dialogar para evitar la fragmentación.