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Con Julio Nazareno eliminado, Eduardo Moliné O’Connor enfrenta ahora un match point en contra. Para colmo, el saque lo tiene la Comisión de Juicio Político, que ayer decidió abrir un sumario que derivará en un proceso contra el cortesano nenemista, reconocido fanático del tenis. Los legisladores consideran que la próxima semana se aprobará el capítulo de cargos contra el magistrado para llevar el caso al recinto a mediados de agosto.
Hasta la semana pasada la conducción de la comisión, en manos del justicialista Ricardo Falú, no sabía muy bien qué camino seguir tras la renuncia de Nazareno. Había diputados que planteaban avanzar sin dilaciones contra el resto de la mayoría automática. Otros preferían antes poner en marcha el nuevo proceso de selección de jueces. Todo se aclaró cuando el Gobierno propuso a Eugenio Raúl Zaffaroni y mucho más con la buena aceptación de esa postulación.
El miércoles por la noche Falú recibió una llamada del Presidente, quien le “recomendó” abrir un juicio político contra el considerado “cerebro” de la Corte. El diputado tucumano cortó y se puso a trabajar. Antes del tradicional encuentro de los jueves a las 11, Falú cerró el acuerdo con el resto de los miembros de la comisión para avanzar. En una reunión breve y operativa, la comisión decidió el archivo de las actuaciones contra Nazareno. Se aprobó luego de que el radical Juan Minguez solicitara que se archiven sólo los cargos y no los antecedentes. El pedido tenía como objetivo no perder tiempo con el proceso a Moliné porque esos antecedentes acortan los plazos de las actuaciones ya que se lo enjuiciará por las mismas causas. A pedido del socialista Héctor Polino, la comisión aprobó la solicitud de remitir todas las actuaciones contra el ex presidente de la Corte a la Justicia penal. Todas las decisiones tomadas por los legisladores de la comisión fueron alcanzadas por unanimidad. Claro está que los representantes del menemismo, salvo Enrique Tanoni, brillaron por su ausencia.
El comienzo del proceso contra el tenista de la Corte se realizó teniendo en cuenta que hoy se elegirá el nuevo presidente del tribunal.
Según informaron los integrantes de la comisión, a Moliné se lo investigará por tres casos similares a los de su ex compañero Nazareno y uno nuevo que ingresó hace pocos días.
u Caso Sevel: Junto a Nazareno, el cuestionado supremo fue uno de los firmantes del rechazo al recurso de queja presentado contra el fallo que sobreseyó a la empresa Sevel, del grupo Macri, por evasión de impuestos como importadora de automóviles.
u Caso Meller: Moliné también fue uno de los jueces que convalidó el reclamo de 29 millones de pesos por la contratista de la ex ENTel, pese a que la Sigen y el procurador del Tesoro de la Nación habían señalado su nulidad absoluta y que hoy se transformó en 400 millones de pesos.
u Caso Magariños: se le imputa al tenista cortesano haber invadido la competencia del Consejo de la Magistratura al sancionar con multa al juez Héctor Magariños por opiniones vertidas en su calidad de profesor universitario sobre una causa resuelta por la Justicia.
u Caso Leiva: Nazareno no había sido acusado por este tema. Moliné lo enfrenta por su actuación cuando se tramitaba la destitución en el Consejo de la Magistratura del juez federal de Mendoza, Luis Leiva.
Moliné no sólo había firmado la resolución con que la Corte eliminó a Leiva de la investigación de la caída del Banco Mendoza que controlaba el menemista Raúl Moneta, sino que, además, había defendido y ampliado las razones de esa decisión ante los legisladores que juzgaban su conducta. En su oportunidad, Leiva recusó al presidente de la Federación Argentina de Tenis por haber emitido opinión en relación con su investigación judicial. La solicitud del juez mendocino fue rechazada y poco después de que asumiera el gobierno de la Alianza, fue destituido por el Consejo de la Magistratura.