Miércoles, 24 de julio de 2013 | Hoy
EL PAíS › NUEVOS CRUCES ENTRE LA GOBERNACIóN E INTENDENTES DEL CONURBANO QUE ACOMPAñAN A MASSA
El jefe de Gabinete de Scioli señaló que la gobernación aumentó los fondos municipales y que “Massa estaba desesperado por intentar que (el gobernador bonaerense Daniel) Scioli lo acompañe en su aventura”.
Por Julián Bruschtein
La provincia de Buenos Aires está que arde. La campaña electoral puso las relaciones entre los intendentes peronistas al rojo vivo a partir de la decisión de Sergio Massa de presentarse con el Frente Renovador y partir las aguas. “Massa estaba desesperado por intentar que (el gobernador bonaerense Daniel) Scioli lo acompañe en su aventura”, señaló ayer el jefe de Gabinete sciolista, Alberto Pérez. Respondió así al intendente massista de San Miguel, Joaquín De La Torre, quien había acusado a Pérez de negociar “lugares en nuestra boleta hasta el sábado mismo del cierre de listas”. Esa frase, a su vez, era una réplica a otras palabras de Pérez, que había calificado a Massa de “ingrato y desagradecido”.
“Que Massa invierta en retretes, salud primaria y políticas sociales porque sus índices son peores que en Vicente López, San Isidro o San Fernando, incluso en zonas más pobres del sur de la provincia, como Quilmes”, señaló Pérez chicaneando al intendente de Tigre, que se jacta de la buena imagen que tiene en las encuestas por la percepción de su gestión a pesar de que, como informó Página/12 el fin de semana, los índices sociales son inferiores a los de partidos del sur del conurbano. La interna abierta entre los representantes de los vecinos de la provincia de Buenos Aires por los comicios legislativos de octubre parece que no se detendrá allí. “En el peronismo te tenés que encolumnar y, si no, jugar sin atacar a tus compañeros. Massa y Giustozzi se pusieron afuera y encima no reconocen que cuando los eligieron fue gracias a las políticas del gobierno nacional y el provincial”, confió a este diario un dirigente del justicialismo bonaerense del sur del conurbano.
La disputa abierta entre distintos intendentes del conurbano y el interior bonaerense comenzó a rodar a partir del salto de Massa al escenario electoral. Si bien ya había empezado con un incipiente grupo de ocho jefes comunales en el 2011, siempre fue interpretado como el aviso del intendente de Tigre de transformarse en cacique de un sector del peronismo. En aquel entonces Massa amagó con presentarse a competir en la interna por la candidatura a la gobernación bonaerense peleando el puesto con Daniel Scioli, aunque sólo quedo allí. Como a quien le produce sarpullido alguna prenda de vestir, Massa intenta sacarse al kirchnerismo de encima cada vez que puede, pero siempre con una encuesta de marketing en la mano. En el 2009, cuando las encuestas y el humor social no acompañaban al entonces presidente Néstor Kirchner, cuentan los armadores electorales del kirchnerismo que “Massa organizó y promovió por atrás un corte de boleta junto a otros dirigentes para hacer daño a la figura de Kirchner”.
Con cada equipo en su lugar de la cancha, se ponen a jugar las estrategias. De un lado, a aquel grupo inicial que estaba encabezado por Massa y lo seguían detrás los intendentes de Escobar, Sandro Guzmán; el de San Miguel, Joaquín De La Torre; el de Hurlin-gham, Carlos Acuña; el de La Plata, Pablo Bruera –luego se alejaría–, entre otros, se sumaron José Eseverri, de Olavarría; Luis Andreotti, de San Fernando; Gabriel Katopodis, de San Martín. Sobre el final se adosaron quienes tenían un acuerdo con el macrismo como Jesús Cariglino, de Malvinas Argentina, Jorge Macri, de Vicente López, y Gustavo Po-sse, de San Isidro. La última adquisición –único representante del sur– fue la de Darío Giustozzi, de Almirante Brown, que hasta ese momento se presentaba como kirchnerista.
Del lado de enfrente, el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde –conduce el segundo distrito más poblado del conurbano–, quedó al frente de los dirigentes comunales encolumnados con el kirchnerismo, que sumados son una amplia mayoría. “Es raro ver que los números de gestión favorecen a los distritos más populosos y con mayor población humilde que a los del norte”, destacó el dirigente kirchnerista ratificando los índices que difundió este diario el domingo. “En casi todos los indicadores sociales Lomas tiene mejores resultados que Tigre: hogares con cloacas, 32 a 18 por ciento; hogares con agua corriente, 98 a 64 por ciento; en hogares servidos por redes de gas, 68 a 55 por ciento”, enumeró Horacio Verbitsky de un cotejo realizado por Martín Romeo.
“Salimos a denunciar lo mismo que hace tres meses decían Martín Insaurralde o Jorge Ferraresi: la salud en la provincia es un desastre y no hay inversión en seguridad en los distritos”, aseguró a este diario una fuente cercana a los intendentes que integran el Frente Renovador. “Los intendentes se hacen cargo de lo que la Provincia no”, agregó acentuando las dos últimas palabras, devolviendo la chicana a campo ajeno. Fue el ministro de Infraestructura bonaerense, Alejandro Arlía, el que puso la pelota bajo el pie y sostuvo que “esos municipios, en vez de jactarse de tener plata en los bancos, deberían resolver los problemas sociales que existen y ser agradecidos”. Pérez, además, señaló que el gobernador “aumentó tres veces los fondos municipales en la lógica de que los intendentes tienen que atender más necesidades, como la justicia y la seguridad, y que esto implicó el 290 por ciento de aumento”.
En el campo de los díscolos prima la estrategia de atacar a las autoridades provinciales para diferenciar la agenda de las necesidades de las intendencias. Por ello, el primero en salir a atacar fue Eseverri, quien denunció “discriminación presupuestaria” de Scioli en su contra, lo que generó la dura respuesta del jefe de Gabinete: “Massa es un intendente ingrato”, señaló Pérez y agregó que “desde que Scioli asumió la gobernación, Massa había recibido “540 millones de pesos de aumento en sus transferencias para su municipio”. Salió a contestar De La Torre, que apuntó a reuniones por el armado de listas con el sciolismo y se preguntó: “¿Cómo va a explicar (Alberto Pérez) las hojas con letras de él en la reunión en la casa de Scioli poniendo nombres en la lista de legisladores y concejales?”. “Scioli es consecuente y está en el proyecto desde 2003”, respondió Pérez.
Con la pelota en un campo de juego en el que se raspa más de lo que se toca el balón, el intendente de Lanús, Darío Díaz Pérez, salió a cruzar al massismo siguiendo la línea trazada por el jefe de gabinete de Scioli. Apuntó al desagradecimiento “porque la Provincia y la Nación han hecho inversión extraordinaria en Tigre, que además tiene grandes posibilidades de recaudación con los barrios privados”, no sin antes apurar a Massa para que “defina si es liberal”. El partido será abierto y anticipa un final cerrado para las primarias de agosto.
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