EL PAíS › CERRARON LAS VENTANILLAS Y LA GENTE VIAJO GRATIS
Paro de trenes con pagadiós
Los trabajadores en conflicto usaron ayer esta modalidad en las líneas Mitre y Sarmiento. Reclaman aumentos salariales y mayores medidas de seguridad en los trenes y estaciones.
Por Laura Vales
No fue exactamente un paro a la japonesa, aunque la definición sirvió para transmitir lo novedoso de la protesta. Los trabajadores de la líneas Mitre y Sarmiento cerraron ayer las boleterías de las estaciones de tren durante las horas pico, permitiendo a los pasajeros viajar gratis. “Buscamos una medida que no perjudicara al usuario sino que representara exclusivamente un perjuicio para una empresa que recibe subsidios del Estado pero no invierte”, señaló Rubén Sobrero, delegado del conflicto. El reclamo se hizo por seguridad, mejores salarios y condiciones de servicio.
Al final del día, Trenes de Buenos Aires (TBA) estimó sus pérdidas en “300 mil pesos” y anunció que denunciará penalmente a quienes participaron de la jornada. En una postura que buscó sacar al conflicto del plano laboral para interpretarlo en términos de delito, el vocero de la firma, Jorge Molina, dijo que TBA “no iniciará acciones en el Ministerio de Trabajo sino ante la Justicia, ya que lo ocurrido es una defraudación”. También consideró que la protesta había sido obra de “activistas de partidos políticos”.
La huelga se realizó en dos partes, de siete a nueve de la mañana y de cinco a siete de la tarde.
A primera hora, en la estación Retiro de la línea Mitre los boleteros abandonaron sus lugares de trabajo mientras los encargados de controlar los pasajes dejaban libres los molinetes de ingreso a los andenes. Las expendedoras automáticas de boletos fueron envueltas en pancartas para impedir su uso.
Para la mayoría de los pasajeros que iban llegando fue una sorpresa. Los manifestantes les entregaron volantes que explicaban que podrían viajar normalmente, aunque sin pagar, y recibieron muestras de apoyo.
A media mañana la empresa reabrió las ventanillas de la terminal con personal jerárquico. Para garantizar la efectividad de la huelga se movilizaron entonces grupos de desocupados que rodearon las boleterías, haciéndoles de cerco humano.
La medida de fuerza fue organizada por las seccionales Oeste y Norte de la Unión Ferroviaria, opositoras a la conducción nacional de José Pedraza (CGT oficial).
El reclamo puso un fuerte acento en que TBA garantice en los trenes mayor seguridad y mantenga en buen estado vías y vagones. De acuerdo con los datos que difundieron las seccionales, la empresa recibe cada mes 2 millones 560 mil pesos del Estado, a pesar de lo cual las unidades están rotas, faltan ventanillas, en los asientos la gente no se puede sentar porque siguen destripados y no hay recambio de los rieles. El pedido de aumento salarial está centrado en las categorías intermedias, en la que entran boleteros, guardas y guardabarreras.
En la discusión paritaria cerrada dos meses atrás, los trabajadores consiguieron algunas categorizaciones, “pero la empresa interrumpió la negociación argumentando dificultades económicas para completar los aumentos pendientes”, dijo ayer Sobrero. Juan Suppa, de la línea Mitre, detalló que la recomposición consiste en “60 u 80 pesos para sueldos que están entre 700 y 800”.
TBA negó los argumentos dados a conocer por el gremio. En un comunicado de prensa con el que repudió el paro sostuvo: “Lo que buscan (los trabajadores) es colocar a la empresa en una difícil situación económica. Hacemos saber –agregó el texto– que se adoptarán todas las medidas a nuestro alcance para que los trabajadores cumplan con las tareas propias a su contrato de trabajo”, mientras que su vocero señaló que la firma “no tuvo aumento de tarifas, lo que hace bastante difícil llevar adelante una compañía en esa circunstancias”.
En la estación de Once (línea Sarmiento) hubo incidentes cuando una persona, que los dirigentes gremiales vincularon a la empresa, intentó tomar fotografías de los manifestantes. Otro episodio de tensión se produjo al ingresar un grupo al sector de las ventanillas, que discutió con el personal.
La policía tuvo una presencia discreta dentro de las estaciones y no intervino en el conflicto. En cambio, en las terminales se vio una mayor cantidad de uniformados pertenecientes a la seguridad privada.
La conducción nacional de la Unión Ferroviaria, que aclaró que no dispuso el paro, respaldó de todas maneras la decisión y en una comunicación enviada a los medios con la firma de Pedraza repudió “todo intento de adoptar represalias de cualquier naturaleza”.
Las medidas de fuerza continuarán hoy con el sector de señalamiento y comunicaciones, lo que implica que puede haber demoras en los horarios de los trenes.