El atentado a balazos que sufrió el 21 de octubre la dirigente de la organización Tupac Amaru Milagro Sala ya cuenta con siete personas detenidas, seis de las cuales fueron interrogadas. En total, son diecisiete los imputados en esta investigación, incluidos quienes están arrestados bajo la acusación de haber sido los autores de los delitos de homicidio calificado en grado de tentativa y lesiones graves calificadas.

El ataque ocurrió cuando Sala –en ese momento candidata a diputada provincial, ahora electa– encabezaba una caravana proselitista de Unidos y Organizados por el barrio Mariano Moreno. Un grupo de desconocidos, varios de ellos encapuchados, cortó el paso a los militantes y efectuó varios disparos.

A causa de los balazos resultaron heridos José Favio Osca (31) y Facundo Villalobos (32), quienes junto a otros militantes de esa agrupación cubrieron con sus cuerpos a Sala, destinataria final de la agresión, para proteger su integridad física.

A once días del hecho, la policía de Jujuy continúa con las actividades de investigación tendientes a dar con el paradero de otras personas supuestamente involucradas en el ataque. Según informaron fuentes policiales, como resultado de los numerosos procedimientos concretados se secuestraron prendas de vestir, una motocicleta y proyectiles de arma de fuego. La Justicia también tiene en su poder una munición que impactó en el rostro de una de las víctimas, elemento que será objeto de las medidas de prueba que estime producir el fiscal Aldo Lozano.

Los atacantes actuaron a cara descubierta, lo que facilitó su identificación, ya que la actividad que estaban realizando los miembros de la Tupac Amaru en ese momento estaba siendo filmada, En las imágenes se ve a por lo menos tres hombres con armas de fuego, uno con una pistola y otros dos que se pasean un arma larga, tipo escopeta o tumbera. Para el fiscal Lozano, los agresores dispararon contra la gente que iba en la caminata con la intención de matar.

Cuando se produjo el ataque, desde la organización que dirige Sala acusaron como instigadores del ataque al senador radical Gerardo Morales y al dirigente Carlos “el Perro” Santillán, pero éstos rechazaron cualquier vinculación y consideraron que se trató de una interna entre integrantes y ex integrantes de la Tupac.

A su vez, la Tupac Amaru pidió a la Justicia provincial que investigue si Morales obstruyó la investigación del ataque porque consideró que el senador “benefició” a los imputados al divulgar sus nombres la mañana después del episodio, a pesar de la advertencia de la Justicia de no difundir tal información.

Desde la organización recordaron que aquel martes a primera hora de la mañana el fiscal Lozano hacía hincapié en la reserva de nombres y datos de las personas detenidas para no afectar su búsqueda, y horas después Morales divulgaba en conferencia de prensa “los nombres de los imputados, detenidos y no detenidos”. Y señalaron que el senador “no podía desconocer la reserva de información y la imposibilidad de su utilización, sea cual fuere el motivo, pues le está vedado por la ley” y advirtió que esa acción puede “ser catalogada como ayuda a los todavía no detenidos a fin de eludir la investigación de la autoridad judicial”.