EL PAíS › DENUNCIAN A ANTONIETTI EN EL JUICIO POR LA AMIA
Mentiroso y sincero a la vez
Para la DAIA el testimonio del militar fue mendaz. Pero para Memoria Activa demuestra que Menem no investigó nada.
Por Raúl Kollmann
El testimonio del ex secretario de Seguridad Interior, Andrés Antonietti, dejó una curiosa polémica en el juicio por el atentado contra la AMIA. Para la DAIA, el ex funcionario incurrió en falso testimonio, fue reticente y mendaz cuando afirmó, por ejemplo, que “en las reuniones de gabinete se hablaban generalidades del caso AMIA” o que no pudo enunciar una sola medida de seguridad adoptada para evitar un nuevo atentado. La DAIA, a través de su abogada, Marta Nercellas, denunció a Antonietti por falso testimonio y la causa quedó radicada en el juzgado del doctor Sergio Torres. El letrado de Memoria Activa, Pablo Jacoby, vio las cosas desde otros ángulos: “Fuimos nosotros los que pedimos el testimonio de Antonietti y sus dichos fueron sinceros. Demostró que no se hizo nada, que durante el gobierno de Carlos Menem no hubo la menor voluntad política de investigar el atentado. Y eso es lo que queríamos dejar en evidencia en el juicio”.
Dos días después del ataque contra la AMIA, Antonietti quedó a cargo de lo que en ese momento se decía era la “Supersecretaría de Seguridad”. El hombre había sido jefe de la Casa Militar en épocas de Menem y era de la máxima confianza del riojano. “En verdad lo premiaron por su actuación en la Operación Olivos, aquella destinada a echar a Zulema Yoma de la quinta presidencial”, acotó Jacoby.
En su testimonio, Antonietti dijo que no tuvo ninguna injerencia en la investigación del atentado, que con el presidente Menem hacían “comentarios, pero nada más” y que nunca fue consultado sobre la recompensa que se estableció al que aportara alguna información sobre el ataque, pese a que era su organismo el que debía ocuparse de la recompensa. Es más, después del testimonio de Antonietti se escuchó el de Nilda Garré quien, siendo titular de la Unidad AMIA del Ministerio de Justicia, aseguró que nunca se dispuso de los fondos para la recompensa, de manera que todo tenía mucho aspecto de gesto publicitario.
Nercellas fundamentó así la denuncia de la DAIA contra Antonietti: “No podemos creer que quien se encontraba a cargo de la supersecretaría creada como consecuencia del atentado no pudiera aportar un solo dato relevante, una gestión concreta o una inquietud investigativa puntual en los cuatro años que estuvo al frente de la misma. Lo menos que podemos decir es que Antonietti fue reticente y la triste conclusión es que su indiferencia pudo haber colaborado con el encubrimiento que venimos denunciando. No hubo voluntad política para esclarecer el atentado y la creación de la supersecretaría formó parte de las muecas destinadas a dar la impresión que se estaba investigando”.
Hasta el momento, la DAIA no había acusado al gobierno de Carlos Menem de “falta de voluntad política de investigar el atentado”, sino que la postura tradicionalmente fue de reconocimiento de los esfuerzos del ex presidente, pero cuestionando la falta de resultados, y señaló que lo actuado era “insuficiente”. Sea como fuere, la DAIA consideró vergonzosos los dichos de Antonietti ante el tribunal oral y por ello lo denunció por falso testimonio.
Para el letrado de los familiares agrupados en Memoria Activa, Antonietti no dio la impresión de mendacidad, sino que mostró con bastante sinceridad lo ocurrido en el gobierno. “Siendo secretario de Seguridad se vio que estuvo ajeno al caso, que con Carlos Menem sólo cruzaron comentarios informales y que, por lo tanto, no se hizo nada por saber quién mató a las 85 personas de la AMIA. Antonietti estaba concentrado en enfrentar la rebelión de aquellos días en Santiago del Estero y al caso AMIA no se le dio la menor relevancia. No pudo explicar ni una sola iniciativa relacionada, por ejemplo, con la recompensa. La pintura que nos dejó fue la de un gobierno que miró para otro lado. Antonietti fue citado por iniciativa nuestra y su testimonio dejó en claro lo que queríamosdemostrar, que es lo que sostienen los familiares desde el principio: no quisieron investigar, el Estado argentino no sólo no previno el atentado ni protegió a sus ciudadanos, sino que después no quiso investigar.”