EL PAíS › REUNION PRIVADA Y CEREMONIA RELIGIOSA
Duhalde y Pachamama
Por M.P.
Desde La Posta de
Hornillos, Jujuy
Más allá del incidente del helicóptero, Néstor Kirchner cumplió ayer con una promesa de la campaña –visitar Jujuy como presidente electo– en una jornada muy especial para los habitantes de esa provincia: la celebración de la declaración de patrimonio de la humanidad de la Quebrada de Humahuaca y el milenario homenaje a la Pachamama/Madre Tierra. Pero el viaje sirvió también para que Kirchner se fotografiara en público con Eduardo Duhalde y para que conversaran en privado y a puertas cerradas, durante las dos horas que duró el viaje desde Buenos Aires. “Hablamos de todas las cuestiones. Yo califiqué al Gobierno de 10 puntos y es así. (Kirchner) Lo está haciendo muy bien. Es la última oportunidad que tenemos”, contó Duhalde a los periodistas cuando regresaba al Aeroparque Jorge Newbery.
El de ayer no fue un viaje más de los que realizó Kirchner en su Gobierno. En la comitiva sobresalía un invitado especial, Duhalde, con quien Kirchner se encerró en el espacio reservado del Tango 01 durante las casi dos horas del viaje. En el resto del avión viajaban los ministros Carlos Zanini (Legal y Técnica), Aníbal Fernández (Interior), Carlos Tomada (Trabajo), Daniel Filmus (Educación), Eduardo Camaño y el gobernador de Tucumán Julio Miranda. Por cuestiones de seguridad, el vice Daniel Scioli viajó en el Tango 10, un pequeño avión de la Fuerza Aérea.
Durante el viaje, Kirchner y Duhalde analizaron todos los temas de actualidad, desde la negociación con el Fondo hasta la relación con las Fuerzas Armadas. El propio Duhalde confirmó a los periodistas –entre ellos Página/12– que habían hablado de la derogación del decreto que frenaba las extradiciones y la intención de anular las leyes de impunidad. “Ustedes saben cuál es la posición que tengo yo y cuál la que tiene el Presidente”, dijo para dejar clara sus diferencias con Kirchner en ese punto. “Aunque el tema tampoco inquieta tanto”, agregó. Pero, por sobre todo, Duhalde volvió a elogiar a su sucesor. “Lo está haciendo muy bien”, dijo sobre Kirchner cuando el Tango 01 regresaba a Buenos Aires.
Otro de los temas que se escuchaba en el avión presidencial era la discusión sobre la meta de superávit fiscal que debería alcanzar el país. Mientras la comitiva viajaba a Jujuy, como trasfondo se comentaba que Brasil había “sobrecumplido” las sugerencias del FMI en materia de superávit. “Nadie se puede imaginar haciendo boludeces con los números. O distribuyendo riqueza que no tenemos”, subrayaba un ministro justo el mismo día en que se habían difundido los indicadores económicos que mostraban la extensión de la pobreza. El propio Kirchner se ocupó de este tema cuando llegó a Jujuy y habló en el homenaje a la Pachamama.
En el aeroparque lo esperaba el gobernador de Jujuy, Eduardo Fellner, flanqueado por Scioli, que había llegado un rato antes. Del aeroparque a 30 kilómetros de la capital, en Perico (un pueblo asociado a Carlos Menem desde 1997, cuando le aportó un triunfo aislado en medio del avance de la Alianza), el Presidente se trasladó en helicóptero hasta Los Hornillos. Era el mismo helicóptero que luego le traería un dolor de cabeza (ver nota aparte). Sobrevoló entonces la Quebrada de Humahuaca, un corredor natural entre dos cadenas de cerros multicolores con grandes riquezas en hierro, plomo, estaño y oro. Lo hizo acompañado por Duhalde, de quien no se separó en ningún instante.
Ya en La Posta de Hornillos, el Presidente encabezó los festejos por la Pachamama y por la declaración de patrimonio de la humanidad de la Quebrada de Humahuaca. Ahí se encontró con Olga Márquez de Aredes, Madre de Plaza de Mayo y esposa del desaparecido Luis Aredes, ex intendente de Ledesma secuestrado con la colaboración del ingenio ubicado en esa ciudad. “Este hombre me emocionó. Dijo que se consideraba un hijo mío”, contó luego Márquez a Página/12. En el acto se escucharon reclamos de las comunidades que viven en la Quebrada: “Queremos leyes que reconozcannuestra posesión comunitaria de la tierra”, reclamó Celestina Avalos, representante del pueblito de Tumbaya.
Luego del homenaje, Kirchner quiso volver a San Salvador en el helicóptero del menemista Juan Carlos Romero, que había sido abucheado en el acto. Los organizadores aclararon que el repudio a Romero no había sido organizado sino espontáneo. Por esas cosas del destino, luego le tocó aclarar a Romero, quien explicó que el desperfecto de su aeronave fue sólo un “despegue frustrado”.