El Senado aprobó el pliego de Hernán Lorenzino y el funcionario será el nuevo embajador de Argentina ante la Unión Europea. El ex ministro de Economía encabezará la delegación diplomática del país en Bruselas en medio del proceso de las negociaciones entre el bloque europeo y el Mercosur para alcanzar un tratado de libre comercio. Sin embargo, el rol del funcionario estará enfocado en la Unidad de Reestructuración de Deuda creada por el Gobierno. Con base en Bruselas y Buenos Aires, el flamante área tendrá a cargo la disputa con los fondos buitre en la Justicia de Nueva York y buscará avanzar en la resolución del default con el Club de París. La mejora de las relaciones con los organismos multilaterales de crédito como Banco Mundial, FMI y el BID también figura en la agenda del nuevo equipo dedicado a la política de desendeudamiento y la administración de pasivos. La flamante unidad ya entró en funciones. Lorenzino y el ex secretario de Finanzas Adrián Cosentino viajaron hace dos semanas a la capital francesa para acercar posiciones con los países acreedores.

La designación del funcionario en la sede diplomática ante la UE no fue un proceso sencillo. A comienzos de diciembre, el oficialismo tuvo que dar marcha atrás con el tratamiento del nombramiento del ex ministro de Economía, ya que no alcanzó a reunir los dos tercios necesarios para avanzar con el tratamiento del pliego sobre tablas. Por eso el Frente para la Victoria tuvo que recurrir a las sesiones extraordinarias. Ayer, en una extensa sesión, el FpV logró el visto bueno para poner en funciones a Lorenzino. Durante su visita a la Comisión de Acuerdos del Senado, el flamante embajador señaló que su objetivo estará puesto en la negociación del Mercosur con el bloque europeo: “La visión sobre las relaciones entre regiones o países tiene que estar sustentada en el reconocimiento de las asimetrías en el desarrollo y evitar el doble estándar (europeo) sobre las normas que se dicten”, expresó el funcionario en referencia al tratado.

Más allá de sus actividades diplomáticas ante la UE, la mudanza del funcionario a Bruselas le facilitará los contactos y conversaciones con los diferentes acreedores institucionales y soberanos de Argentina. El decreto 1935/2013 establece el equipo encabezado por Lorenzino para realizar “un abordaje integral” de las negociaciones en curso “en virtud de la proximidad y de las problemáticas internacionales vinculadas al servicio de deuda”. La Unidad de Reestructuración “tendrá entre sus cometidos asistir y asesorar al Ministerio de Economía en la determinación de los objetivos y las políticas vinculadas con la reestructuración de la deuda pública y participar en las negociaciones inherentes a los aspectos crediticios de la política financiera y el endeudamiento externo con entes y organismos financieros extranjeros, multilaterales, públicos o privados y en las relaciones con la comunidad financiera internacional y la coordinación de las representaciones en el exterior”.

Durante el verano, la Unidad de Reestructuración deberá coordinar con el Ministerio de Economía la presentación ante la Corte Suprema de Estados Unidos para que revise el fallo de la Cámara de Apelaciones a favor de los fondos buitre. El tribunal de segunda instancia convalidó la insólita fórmula de pago que propuso el fondo NML Capital de Paul Singer al juez Thomas Griesa a fines del año pasado: una cuota de 1330 millones de dólares en efectivo, y mantuvieron condicionado el pago de la deuda a la cancelación de ese fallo, ya que los intermediarios, como el Bank of New York, no podrían canalizar los fondos de los bonistas que entraron al canje si la sentencia no se cumpliera. El equipo de Lorenzino tiene hasta febrero para solicitar al máximo tribunal norteamericano que analice esa decisión, ya que pone en riesgo futuras reestructuraciones de deuda soberana.

Desde el Gobierno reconocen que las posibilidades de que acepten el caso son escasas; sin embargo, la semana pasada, en una causa satélite a la principal donde los buitres buscan información de activos y cuentas argentinas en el exterior para embargarlos, el Departamento de Justicia presentó a pedido del máximo tribunal un escrito donde cuestiona la autorización otorgada por los juzgados de Nueva York a los fondos especulativos y advierte sobre los peligros de la decisión de la Cámara de Apelaciones sobre el mercado financiero.