Las rispideces entre los principales referentes del arco no peronista parecen convertirse en una de las novelas políticas del verano. El primer cortocircuito de 2014 se generó cuando Julio Cobos y Fernando “Pino” Solanas se reunieron en la casa del líder de Proyecto Sur y éste deslizó una crítica hacia las “cúpulas partidarias”, en alusión a los titulares de la UCR, el socialismo, la Coalición Cívica y el GEN, que armaron un encuentro semanas atrás en Rosario, donde dieron el puntapié inicial para el armado de un frente electoral. “No es tiempo de alianzas o de hablar de candidaturas. Es casi inmoral después de seis meses de campaña”, advirtió ayer Solanas, renovando sus cuestionamientos. Desde otro ángulo, Cobos consideró que, más allá del proceso institucional que llevan adelante las autoridades, los dirigentes nacionales con “representación de la ciudadanía” tienen que funcionar como “catalizadores, propiciando y reclamando a la dirigencia que vea la posibilidad de un espacio amplio”.

Por su parte, el titular del radicalismo, Ernesto Sanz, y su par del Frente Amplio Progresista, Hermes Binner, trataron de poner paños fríos y evitar que se profundicen las diferencias.

Según contaron los protagonistas, Cobos y Solanas se reunieron el martes para intercambiar proyectos legislativos y analizar la situación nacional. Pero a ambos dirigentes no sólo los unió esa intención, sino también la árida relación que tienen con los otros actores del arco no peronista. El cineasta arrastra un encono con Binner y Margarita Stolbizer, que en 2011 inscribieron el Frente Amplio Progresista con sus respectivos partidos, lo que terminó con la ruptura con Proyecto Sur. Cobos, por su lado, sufre desde su paso por el Frente para la Victoria el destrato de la estructura orgánica de la UCR, que ahora comanda Sanz y que le negó la presidencia del bloque de diputados nacionales a pesar de haber logrado un resonante triunfo en su Mendoza natal.

Es en ese contexto, luego de no haber sido invitados a la cumbre de Rosario, que los dos dirigentes decidieron juntarse y ya programaron otras actividades juntos. “Hay un proceso institucional que están llevando adelante los presidentes de los partidos, pero los dirigentes nacionales que tenemos alguna representación de la ciudadanía tenemos que funcionar como catalizadores, propiciando y reclamando a la dirigencia que vea la posibilidad de un espacio amplio”, explicó Cobos. En un tono similar, el líder de Proyecto Sur señaló: “En todas las fuerzas del mundo hay corrientes internas; nadie quiere abandonar sus identidades, y eso me parece muy sano”. Solanas preside actualmente Unen, la fuerza porteña que comanda junto a Elisa Carrió y de la que también forman parte radicales, socialistas y el GEN. Sin embargo, Proyecto Sur no integra hasta ahora el acuerdo a nivel nacional con el resto de los partidos.

Tanto Sanz como Binner buscaron evitar la confrontación, ratificaron la vocación de que todos los dirigentes se sumen al espacio y que las candidaturas se diriman en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias. Ambos remarcaron que al encuentro de Rosario no fueron convocados Cobos ni Solanas, ya que “fue una reunión de presidentes de partidos”.