El vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, sostuvo ayer reuniones por separado con la mandataria electa de Chile, Michelle Bachelet, y con el todavía gobernante, Sebastián Piñera. Según se informó, Bachelet y Biden (que fue escoltado por un impresionante operativo de seguridad compuesto por trece vehículos y varias camionetas 4x4) dialogaron en la sede de la Academia Diplomática de Santiago sobre temas relacionados con el libre comercio. En la que constituyó la primera reunión con una autoridad extranjera que acude al cambio de mando, Bachelet conversó asimismo con Biden sobre la posibilidad de la exención de las visas para los ciudadanos chilenos que viajen a Estados Unidos. Biden mantendrá otra serie de encuentros con dignatarios latinoamericanos que también asisten a la asunción presidencial.

Una de las preocupaciones en esos diálogos será la situación de Venezuela, cruzada por protestas estudiantiles y sociales desde hace casi un mes. El vicepresidente norteamericano anunció además en Santiago que a partir del próximo 1º de abril los chilenos que viajen a su país por turismo o negocios podrán hacerlo sin visado. Aunque tras las citas con Bachelet y Piñera, Biden no se refirió públicamente a la situación política en Venezuela, el tema lo había abordado ampliamente la víspera en una entrevista al diario chileno El Mercurio.

“Maduro ha tratado de distraer a su pueblo de los temas más importantes que están en juego en Venezuela al inventar conspiraciones totalmente falsas y extravagantes sobre Estados Unidos”, dijo Biden, que calificó de alarmante la situación en ese país y llamó a sus gobernantes a respetar los derechos humanos. Sobre las reuniones que mantuvo, Biden dijo haber tenido un gran encuentro con Bachelet, y tras la entrevista con Piñera, donde elogió la estabilidad económica y política del país trasandino, anunció que espera reunirse con otros líderes de la región, entre ellos los mandatarios de Colombia, Perú y México.

Respecto del visado para chilenos, se trata del adelantamiento del inicio del programa Visa Waiver, acordado recientemente entre Chile y Estados Unidos, cuya entrada en vigor estaba originalmente programada para mayo. “Estoy feliz de decir que no vamos a esperar hasta el 1º de mayo. Vamos a mover el comienzo de ese programa al 31 de marzo”, declaró Biden, quien destacó que el país trasandino es el único país latinoamericano en el programa. “Chile es el perfecto ejemplo de una transferencia democrática del poder. La tradición económica y democrática de Chile nos enseña a todos que el pragmatismo, no la ideología, es el secreto para el éxito”, dijo.

“No es coincidencia que Chile haya usado la democracia y un mercado abierto para crear nuevas oportunidades para los ciudadanos, y nosotros esperamos seguir trabajando con el gobierno de Chile”, agregó. Biden destacó las buenas relaciones que su país mantiene con Chile e hizo hincapié en la necesidad de seguir avanzando en tratados comerciales como el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP por su sigla en inglés).

Por su parte, Bachelet mantuvo reuniones con mandatarios latinoamericanos, así como con representantes de gobiernos europeos y de organismos internacionales. Uno de esos encuentros fue con el presidente venezolano, Nicolás Maduro, quien tenía previsto arribar temprano a Santiago, pero su llegada se retrasó. Su visita ha despertado interés por la situación que atraviesa Venezuela y por la muerte de una ciudadana chilena, Giselle Rubilar, que fue alcanzada en la cabeza por una bala durante protestas en la ciudad de Mérida. El canciller chileno, Alfredo Moreno, solicitó a su par, Elías Jaua, una investigación para aclarar las circunstancias del deceso de la mujer.

La cita de Piñera con Biden es la primera de una serie de encuentros bilaterales que sostuvo el presidente saliente de Chile con los mandatarios y representantes de los países que asistirán a la ceremonia de transmisión del mando. Así, Piñera se reunirá también con el ministro de Transporte de la República Popular China, Yang Chuantang; la viceprimera ministra de Croacia, Vesna Pusic; el príncipe Felipe de Borbón, de España; y el viceprimer ministro de Portugal, Paulo Portas.