Dos nuevos testimonios aportaron datos sobre la actividad represiva desarrollada en el ex centro clandestino de detención D2, en Mendoza, e involucraron a los ex jueces federales Luis Miret y Max Petra Recabarren en cuanto a la ineficacia y complicidad de la Justicia en delitos de lesa humanidad cometidos durante los años ’70. Durante su declaración testimonial, Ricardo Damico, ex militante de la organización Poder Obrero, detalló los hechos de torturas recibidas y las sistemáticas violaciones a las que fueron sometidas las mujeres detenidas junto a él. “En el D2 pude escuchar los gritos y la resistencia de compañeras, son cosas que están en la tiniebla de mi memoria”, expresó quien fuera detenido el 29 de agosto de 1975 a los 22 años, cuando permaneció privado de su libertad una semana en el D2.