Después de más de seis años de convivencia en el poder, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, compartieron escenario en el marco de un acto oficial: juntos, inauguraron ayer la ampliación de la autopista Illia en una ceremonia donde ambos destacaron lo positivo de colaborar en asuntos de gestión que interesan a los dos distritos y descartaron que el acercamiento se trate de un acuerdo de naturaleza política entre el peronismo y el PRO. “Más allá de los ideales partidarios, en cuestiones que alivian la vida de la gente no podemos tener ninguna diferencia”, manifestó la mandataria; “a la gente no le interesan nuestras diferencias políticas; le interesa que podamos a llevar adelante obras en conjunto”, había dicho un rato antes el alcalde de la Ciudad.

“Es necesario superar las diferencias en forma civilizada, sin sacar ventajas partidarias. En una ruta, en la seguridad de un aeropuerto, en cosas que son absolutamente objetivas no podemos tener diferencias”, expresó CFK en el cierre del acto de inauguración del nuevo tramo de la autopista que corre junto a Aeroparque, en paralelo a la Costanera, y que permitirá reducir el tiempo que toma atravesar la ciudad en más de veinte minutos. Allí, la Presidenta sostuvo que “para poder superar las diferencias propias de la gestión tiene que ser en forma civilizada, sin chicanas y sin querer sacar ventajas partidarias”. El clima del acto fue distendido y permitió algunas ironías de los protagonistas. “Yo no soy Blancanieves y usted no es uno de los siete enanitos”, le dijo CFK a Macri, que la miraba atentamente desde su atril ubicado a un par de metros.

Además, Fernández de Kirchner criticó a los medios de comunicación que evalúan con doble estándar las noticias: “Cuando yo dialogo es un pacto. Cuando lo hacen otros es civilizado. Ni pacto ni nada, esto es sentido común –aseguró Cristina–. Si quieren un título, un poco más de imaginación, muchachos”. En ese sentido, pidió “ponerse de acuerdo por la gente, porque el límite de las especulaciones es cuando se empieza a perjudicar a la gente impidiéndole tener una mejor vida”, porque “más allá de los ideales partidarios, en cuestiones que alivian la vida de la gente, no podemos tener ninguna diferencia”.

Unos minutos antes, Macri había destacado en el mismo sentido el “trabajo conjunto” de los gobiernos nacional y de la Ciudad para destrabar y concretar esta obra, un proyecto que tenía una década de vida ya. “Si lo logramos esta vez, Presidenta, podemos lograrlo muchas veces más”, dijo el jefe de Gobierno. “A la gente no le interesan nuestras diferencias políticas; le interesa que podamos a llevar adelante obras en conjunto –completó–. Esta no es una obra sólo para nosotros, sino para todos los argentinos, un gran paso adelante para que en Buenos Aires se viaje mejor.”

La conexión de la Autopista Illia con la avenida Cantilo beneficiará a “miles de usuarios” que desde ahora viajarán en condiciones más “seguras”, permitirá tener un “medio ambiente más sano”, además del tiempo que se ahorrará en los viajes, agregó el referente del PRO. La nueva obra permitirá que los usuarios capitalicen el “tiempo recuperado, que a lo largo de años pueden ser días” y también reducirá “mucho el nivel de accidentes en esta zona”, además de permitir “ahorrar millones de combustible por año”. Macri también celebró las obras de recuperación de la Costanera porteña, para que “vuelva a ser un lugar de encuentro para la familia”.

CFK, a su turno, destacó el nuevo tramo de la autopista, que calificó como “una obra estructural”, ya que cambiará el tránsito de la Ciudad de Buenos Aires. “Va a ahorrar muchísimo tiempo a los automovilistas, que a diario abandonan el microcentro porteño”, y calculó el beneficio en al menos “20 o 25 minutos”. La Presidenta destacó que es un proyecto pensado “por el gobierno anterior, el de mi compañero Néstor Kirchner, quien en el año 2004 con el entonces jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, diseñaron esta extensión” y agradeció al gobierno porteño por la donación de tierra que permitirá ampliar las cabeceras norte y sur del Aeroparque.

El acto llega luego de que se diera a conocer una serie de reuniones y diálogos que mantuvieron Fernández de Kirchner y Macri en los últimos meses, por cuestiones que atañen a la gestión y que despertaron especulaciones sobre un acuerdo entre bambalinas entre el oficialismo y el PRO. Por la mañana, antes del acto, el jefe de Gabinete de la Nación, Jorge Capitanich, había descartado un acuerdo de esa naturaleza: “No existen oscuros intereses, ni pactos encubiertos, ni pactos explícitos”, pero sí “objetivos en común” con la Ciudad. “Cuando se trabajan en común acuerdos para cumplir metas de gestión se habla de pacto; cuando no se ponen de acuerdo para llevar adelante obras, dicen que es parte de la inmadurez que existe en la República Argentina”, se quejó el chaqueño, consultado por este asunto.