Mauricio Macri ratificó ayer su decisión de no “interferir” en la renovada interna en el Frente Amplio Unen y, aunque no descartó reunirse a “tomar un café” con la diputada Elisa Carrió, volvió a rechazar un acuerdo entre el PRO y ese espacio. El jefe de Gobierno porteño y candidato presidencial insistió en considerar que tanto el gobernador bonaerense Daniel Scioli como el diputado del Frente Renovador Sergio Massa “son lo mismo: variantes del PJ que viene gobernando casi ininterrumpidamente y que a veces promete por izquierda, otras por derecha, otras por arriba y por abajo”, pero que no “cumple” con sus promesas.

Desde Río Cuarto, donde firmó convenios entre ese municipio y la ciudad de Buenos Aires, Macri se distanció de la nueva pelea que estalló en el FA-Unen por la insistencia de Carrió en impulsar un acuerdo electoral con el PRO y la resistencia de Fernando “Pino” Solanas y otros socios. “Quiero ser muy respetuoso con la gente de Unen que está haciendo un trabajo por construir su propuesta: nosotros vamos por lo que llamamos la tercera vía, hace falta un cambio”, dijo. El titular del PRO insistió en mostrarse cauteloso respecto de la discusión en la coalición. “No quiero interferir”, aseguró.

“Como dijo la doctora Carrió, nunca he tomado un café con ella, por decisión de ella, en diez años que estoy haciendo política en la Capital. Lo que pasa entre ellos es un tema de ellos; yo lo que intento es tener buenas relaciones con todo el mundo”, explicó. “Como futuro presidente que aspiro a ser, lo primero que voy a hacer es llamar a todos aquellos que participaron de la elección para ponernos de acuerdo en cuatro, cinco políticas de Estado, porque en la Argentina que viene hay que trabajar juntos”, dijo. Consultado sobre si se reuniría con Carrió, dijo que “tomé café con todo el mundo, creo en el diálogo como algo importante”.