El líder del Frente Renovador, Sergio Massa, y el senador radical Gerardo Morales tuvieron ayer su foto juntos en los jardines de un hotel jujeño, con las montañas de fondo. “Ojalá abramos la puerta para que todos entiendan que vienen tiempos de acordar políticas de Estado”, aseguró Massa durante la conferencia de prensa en la capital provincial, al tiempo que Morales remarcó la “necesidad de afrontar la crisis que vive el país y que se viene un fin de ciclo que no va a ser neutro”. Las señales de un acuerdo entre el candidato presidencial renovador y el aspirante radical a la gobernación jujeña desataron una ola de críticas dentro del FA-Unen. El radical Julio Cobos dijo que el acuerdo “aumenta las chances” personales de ambos candidatos, pero que “debilita al eventual ganador de la primaria de Unen y por lo tanto la posición de la UCR como alternativa nacional”. El diputado socialista Juan Carlos Zabalza acusó por igual al massismo y al macrismo de querer “incidir” en la formación del FA-Unen, porque “les molesta el espacio que ocupa y que potencialmente va a ocupar en la medida en que rompa los esquemas”. Desde el GEN, el director designado por la oposición en la Afsca, Gerardo Milman, evaluó las negociaciones entre Morales y Massa como “innecesario y perjudicial” para el FA-Unen.

“Se acabó el tiempo de la Argentina dividida entre peronistas y radicales. El mejor mensaje fue de Perón: para un argentino no hay nada mejor que otro argentino. A partir de su abrazo con Balbín, algunos no entendieron que comenzaba una nueva etapa en nuestro país. Nosotros sí queremos que sea así”, dijo Massa, quien ya sumó experiencia en captar intendentes radicales bonaerenses para sus aspiraciones presidenciales.

Massa arribó a Jujuy acompañado de una comitiva radical-massista: los intendentes José Eseverri (Olavarría) y Mario Meoni (Junín) y el ex lilito de extracción radical Adrián Pérez, además de su propio alfil en Tigre, Julio Zamora, quien firmó un acuerdo de “cooperación mutua” con su par de San Salvador, Raúl “Chuli” Jorge, un incondicional de Morales.

“Abrimos la puerta para acordar políticas de Estado. Coincidimos en que se viene un fin de ciclo, esa situación perjudica a la gente y tenemos que estar juntos. Sergio quiere ser presidente y yo quiero ser gobernador. Tenemos que pensar en los desafíos comunes. Y abrimos el diálogo político”, explicó Morales, parafraseando al titular de la UCR, Ernesto Sanz, que en su lanzamiento como candidato presidencial del FA-Unen, el viernes pasado en el Luna Park, dijo en relación con los acuerdos políticos que “no le cierra la puerta con candado a nadie”. Morales, que estuvo allí, lo aplaudió: ya tenía pactado el encuentro con Massa en Jujuy.

En medio de la disputa interna del FA-Unen entre quienes propician un acuerdo con el macrismo, la negociación que por su lado inició Morales con Massa amenaza con dinamitar la alianza electoral no peronista. El primero en salirle al cruce fue el otro precandidato presidencial del radicalismo, Julio Cobos. “El radicalismo tiene como fortaleza a muchos candidatos con posibilidades de ganar una elección a gobernador. Esa fortaleza es aprovechada tanto por Macri como por Massa, que no tienen un poder territorial. Y es muy difícil consolidar un candidato”, se quejó Cobos.

“El radicalismo no aceptará un acuerdo con el PRO ni con el Frente Renovador. Pero además es muy contundente la postura del socialismo, el GEN y Proyecto Sur”, insistió el mendocino. Aunque Cobos tampoco desechó otros acuerdos provinciales, a los que aseguró respaldar si también se respeta “el apoyo desde abajo hacia arriba” a los candidatos propios.

Los socialistas también salieron al cruce de los embates del FR y el PRO. “Hay candidatos a gobernador que están bien posicionados y que buscan sumar”, argumentó el diputado Zabalza, pero remarcó que “no ha habido ninguna charla en cuanto a abrir la estructura del FA-Unen”.

“Este es un espacio democrático y por ahora no tenemos el pedido de ninguna fuerza para incorporarse al frente, por lo que nos parece innecesario expresarnos”, sumó Milman. Pero el referente del GEN le apuntó a la UCR: “A nivel nacional, la intención de llegar a un acuerdo con el PRO se le empieza a complicar porque los propios dirigentes del radicalismo están tomando posición con el peronismo disidente”.

Desde el macrismo, los otros perjudicados por el avance massista sobre su propia estrategia de cooptar radicales salieron a pegarles a los renovadores. “Nuestro límite es el kirchnerismo y el kirchnerismo disidente. Y Massa no deja de ser un kirchnerista disidente”, sentenció el presidente del PRO, Humberto Schiavoni.