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Querido Carlos:
La posibilidad de encontrarnos está cada vez más cerquita...
Nosotros, tus familiares, te queremos contar que tu mamá Susana Stritzler y tu papá Carlos Castro se casaron muy enamorados. Luego, enamorados comenzaron a desearte, enamorados te buscaron y enamorados te concibieron. Carlos, sos fruto del amor. No sabemos qué nombre tiene aquello que viviste junto a los que te despojaron de tu familia y de tu identidad. Sí conocemos tu dolor, que es el nuestro. Nadie más que las familias que hemos sido mutiladas y separadas conocemos los abismos del infierno por el que transitamos. Todos los psicólogos y psiquiatras coinciden en que sólo la verdad puede reparar la violencia de la que fuimos y somos víctimas con esta separación.
Sos fruto del amor de tus padres. Esta es tu verdad, la verdad que te robaron. Tu papá y tu mamá ya no están con nosotros. Pero tenés una familia que te ha buscado amorosamente durante veintiséis años, sin olvidarte por un solo instante.
Queremos dejar bien claro que para las familias víctimas del robo de niños, el examen de ADN es el único elemento probatorio de nuestra identidad. Fallar judicialmente en contra implica una grave complicidad con el delito de robo de niños y fundamentalmente el encubrimiento de los responsables del mismo para que no cumplan la pena prevista por la ley.
Vemos cómo los mismos que ayer acompañaron a la dictadura militar que secuestró niños, hoy buscan impedir que salga a la luz la verdad, argumentando que esto sería en beneficio de la “preservación psicofísica” de la propia víctima a la que le fue negada su identidad y mutilada su familia. ¡Y todavía lo hacen en nombre de los derechos humanos! Bajo la supuesta causa de “defender la integridad psíquica” en realidad se cae en el absurdo de permitir que los apropiadores pueden seguir presionando y coercionando a la víctima. A ella se le carga la enorme presión de decidir si se hace el examen de ADN o no, con todas las implicancias judiciales que esto conlleva. La víctima debería ser liberada de esta responsabilidad que, en realidad, es un deber indelegable del Estado en su misión de impartir justicia. ¿Acaso cuando se produce un secuestro se le pregunta a la víctima si está a gusto con sus secuestradores o quiere volver con su familia? ¿O directamente se la libera y se detiene a sus secuestradores?
Mientras tanto, nadie puede garantizar que los apropiadores no te estén presionando. Carlos, a nosotros: a vos, a tus primos, a tu tía y a tus abuelos, nos robaron los encuentros familiares. Los asados, los cumpleaños, los abrazos, las caricias, los “sana-sana” cuando te golpeabas o te caías, los retos cuando te portabas mal, los límites que aportan orden y resguardan del peligro. Nos robaron la posibilidad de acompañarte en tus sueños y proyectos, en tus alegrías y en tus tristezas.
Ahora, todos estamos con muchas expectativas de conocerte.
Tenés dos abuelos hermosos, Laura y Germán, de quienes nosotros y toda la comunidad del Partido de General San Martín estamos orgullosos. Germán es un amado y respetado médico cardiólogo que siempre atendió a aquel que lo necesitó. Ambos esperan llegar a conocerte. Tenés tres primos: Matías, Carlos y Pablo que, si bien no pudieron compartir los juegos de la infancia, aún desean vivir muchos momentos con vos. Y una tía, Silvia, que quiere abrazar y mimar al hijo de su hermana.
Sin el amor fundante de tu verdadera familia, hoy no estarías vivo. El amor es la fuerza más poderosa del universo. Quedate tranquilo, pase lo que pase, nuestro amor te acompaña siempre. Y eso es imposible de robar.
Verás que todos nosotros hemos sufrido demasiado. No estamos dispuestos a permitir la impunidad de quienes nos robaron ya toda una vida familiar. Por eso tus familiares exigimos al Presidente de la Nación, quien se ha manifestado en numerosas ocasiones a favor del respeto de los derechos humanos, que como representante de todos los argentinos exprese el deseode ver caer todo el rigor de la ley sobre los responsables del delito de lesa humanidad de robo de niños y sustitución de su identidad, y se pronuncie a favor de la realización del examen de ADN. En este contexto, la ausencia de declaraciones de su parte puede ser entendida por la sociedad argentina como un acto de complicidad con las fuerzas del pasado.
En el mismo sentido, solicitamos a la Corte Suprema de la Nación pronunciarse a favor de la realización del examen de ADN, único elemento probatorio de tu verdadera identidad.
Nuestra familia sólo reclama la verdad.
¡Que el amor que te profesamos ilumine el corazón de los que tienen que decidir con justicia!

Tu tía, tus primos y tus abuelos.