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El viernes, a Carlos Bianchi le preguntaron su opinión sobre si Carlos Tevez debía jugar el Mundial Sub-20 o la Copa Intercontinental. “Prefiero no opinar. De Tevez me preocupa otra cosa: quiero que se convierta en el nueve goleador de Boca. Le hablo todos los días para que lo logre”, respondió el entrenador. Y, por lo que se ve en la cancha, parece que el delantero le presta mucha atención a sus palabras.
Con cinco tantos en cinco partidos, Tevez ya no sólo es el goleador de Boca, como le pide Bianchi, sino que es el máximo anotador del Apertura. Una realidad impensada en el torneo anterior. En el Clausura, Héctor Bracamonte, hoy en el Metallurg de Rusia, fue el jugador más efectivo de Boca, con cinco tantos, marca que ya igualó Tevez a catorce fechas del final. Es cierto que hay que tener en cuenta que por las constantes rotaciones que impulsó Bianchi sus futbolistas titulares actuaron muy poco en ese certamen.
Hasta este torneo, la marca goleadora de Tevez no era llamativa. En 54 partidos había convertido 14 tantos. Jugar a veces de volante por izquierda, en otras como enganche, en raras ocasiones como punta definido, contribuían a quitarle llegada al arco rival. Pero desde que Bianchi lo colocó como delantero, sus números crecieron hasta convertirse en el principal referente del ataque boquense. Ya en la fase final de la Libertadores, sus goles resultaron clave para que Boca se quedara con el título. Uno a Cobreloa en cuartos de final, tres a América en las semifinales y el primero ante Santos en la revancha de la final, fueron su aporte en la red.
Ahora, en el Apertura, la tendencia se incrementó. Salvo en la primera jornada ante Gimnasia, en los cuatro partidos siguientes anotó: ante Central marcó el tercero, con un toque de derecha ante la salida de Gaona. Ante Vélez señaló el empate transitorio, luego de girar con un defensor encima y definir al primer palo de Sessa. El siguiente gol fue a Chacarita, cuando se sacó de encima a Mignini y se despachó con un derechazo al ángulo de Navarro Montoya.
Ayer, la víctima de turno fue Cuenca, por partida doble. En el primer tiempo estuvo cerca de marcar un golazo, cuando encaró como diez, esquivó a Ubeda y a Orozco, pero su zurdazo se fue apenas por arriba del travesaño. Fue un aviso de lo que haría en la segunda parte. A los seis minutos recibió de Donnet, corrió veinte metros zigzagueando entre los dos centrales y, ya dentro del área, tocó suave al palo izquierdo del arquero. El segundo fue más lindo todavía. Luego de un desborde por derecha de Iarley, el pibe de Fuerte Apache empalmó la pelota de primera, de derecha, y la clavó en el ángulo superior de Cuenca. Así de simple, así de efectivo. Tevez es el nueve goleador que quiere Bianchi.