TRIUNFO LOGICO EN UN CLASICO MUY ENTRETENIDO
Boca, cada vez más ganador
Sólido en el fondo, elástico en el medio, práctico en ataque, incómodo para cualquier rival, Boca no es galáctico ni nada que se le parezca, pero sigue puntero nítido, cómodo, disfrutando de un momento mágico, arrasando con rivales tímidos, pálidos, híbridos y erráticos, ganándose los vítores del público. A Racing le hizo cuatro: dos de Tevez, uno de Iarley y uno de Donnet. El descuento lo marcó Gastón Fernández, de penal. Antes de eso, el Pato Abbondanzieri había atajado otro penal a Mirosevic. Categórico.
Por Juan José Panno
Obstáculo 1: A los 10m de juego, con el partido cero a cero, en un contraataque muy rápido Estévez quedó mano a mano con Abbondanzieri, con tiempo y espacio para elegir el rincón, pero le dio mal y la pelota se fue contra un palo. Un gol en ese momento, cuando se había armado un partido espectacular, de ida y vuelta y nadie prevalecía, pudo cambiar la historia. Prueba superada.
Obstáculo 2: A los 40m del primer tiempo, con el partido todavía en cero, pero con Boca en actitud dominante, a Abbondanzieri le llegó un pase apurado hacia atrás y en lugar de reventar la pelota hacia un costado le pegó medio mordido hacia el medio y la dejó en los pies de Estévez. El delantero de Racing no se animó a darle de primera y trató de jugar con Mariano González, permitiendo que los defensores de Boca lo taparan. Prueba superada.
Obstáculo 3: A los 10m del segundo tiempo, con el partido dos a cero, Cascini enganchó en el vértice del área a Domínguez. Penal. Lo tiró Mirosevic, fuerte, abajo contra el palo derecho de Abbondanzieri, que voló espectacularmente y mandó la pelota al corner. El 2 a 1 con más de media hora por jugarse, y con el aliento de la hinchada de Racing esperanzada, pudo abrir otro capítulo. Prueba superada.
Por méritos propios o por impericia del rival, Boca atravesó con autoridad los obstáculos que le planteó el juego y recorrió el terreno liso que lo condujo a una nueva victoria. Las jugadas mencionadas quedarán grabadas en el libro de quejas racinguistas junto con el reclamo por una supuesta posición adelantada en el primer gol y por un presunto foul de Donnet a Rimoldi en el segundo. Si los goles que perdió Racing los hubiera convertido, y si dos de los que hizo Boca no hubieran valido, habría quedado como saldo un hipotético triunfo de Racing por 4 a 2, pero por supuesto ya se estaría entrando en el terreno del absurdo. Lo cierto, lo concreto es que Boca ganó claramente, merecidamente, porque fue superior en casi todos los sectores en casi todo el desarrollo del juego, y de a poco fue demoliendo a su rival.
En la previa, Angel Cappa había adelantado una formación con tres delanteros, Estévez, Milito y Mariano González, mientras que Bianchi esperó hasta último momento para anunciar la inclusión de Donnet en lugar de Villarreal, modificando la formación del partido ante Colón. “Si ellos juegan con tres volantes, yo me arreglo con tres para contener y lo sumo a Donnet para darle juego a Tevez y Iarley”, debe haber pensado el DT de Boca. Las intenciones ofensivas de los dos equipos se tradujeron en un juego vibrante que entusiasmó al público en gran parte del primer tiempo. El partido dejó de ser parejo en la medida en que Boca aceitaba su funcionamiento; Cagna se erigía en el dueño de la mitad de la cancha, produciendo una de las mejores actuaciones desde que regresó al país; Battaglia aportaba prolijidad; la dupla Iarley-Tevez se las arreglaba para provocar desbarajustes en el fondo de los locales y Cuenca iba a buscar al fondo pelotas que en el otro lado pasaban raspando.
Los golpes de nocaut llegaron casi naturalmente, porque Boca tiene variantes para atacar y para quebrar los sistemas defensivos de sus rivales; porque Tevez es un fenómeno; porque Iarley está agrandado; porque Cagna también hizo su aporte ofensivo; porque Abbondanzieri se manda macanas, pero es capaz de grandes atajadas como la del penal, y porque Racing da ventajas en el fondo, demasiadas para un equipo sólido, práctico, enérgico y dinámico, como Boca. No serán los galácticos, pero...