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El gobernador Jorge Sobisch obtuvo su tercer mandato como candidato del Movimiento Popular Neuquino. En una elección sin sorpresas, el dirigente ganó por una amplia diferencia, apoyado en la poderosa red de intendentes y punteros de un partido que manda en la provincia desde hace 40 años. Aliado al menemismo desde el ‘99 y ahora fortalecido por los 40 puntos de ventaja que le llevaba al peronista Aldo Duzdevich, Sobisch logró una plataforma desde la que proyectarse en un armado nacional de oposición al kirchnerismo.
Al cierre de esta edición, su movimiento conseguía el 58 por ciento de los votos. El MPN se quedaba también con las dos bancas de diputados nacionales que se pusieron en juego y reafirmó el control político de la provincia, ya que también alcanzaba más del 50 por ciento para la renovación de los diputados locales (35 escaños) y de los principales municipios del interior.
Duzdevich, el candidato apoyado por la Casa Rosada, quedaba en un lejano segundo puesto con 18 puntos. En tercero, cuarto y quinto lugar, muy parejos, se ubicaban el postulante del ARI, Carlos Moraña (4,98%), el de Recrear Jorge Taylor (4,83%) y el de Unidad Neuquina, Rodolfo Canini (4,82%). El radicalismo hizo muy mala elección, sólo seguido por el pelotón de la izquierda que se presentó dividida en cuatro fórmulas.
Las elecciones se realizaron sin incidentes, aunque con un clima social caldeado por la protesta de los docentes de ATEN, que desde hace 10 días realizan cortes de ruta en reclamo de una recomposición salarial, y ayer mantuvieron interrumpido el tránsito en el puente que une a la capital con Cipolletti junto a estatales y desocupados. A pesar de los altos ingresos por regalías de las exportaciones gasíferas y petroleras, la provincia tiene un 14 por ciento de desocupación y zonas de ciudades fantasma producto de las privatizaciones, como Cutral-Có.
En forma simultánea a la elección de autoridades, ayer se votó en un referéndum una enmienda constitucional que permitirá la concesión directa de servicios públicos a cooperativas populares de la provincia y entes autárquicos. Por la lentitud del recuento anoche no había un panorama claro sobre este punto.
De 60 años, casado y con cuatro hijos, Sobisch fue discípulo del fundador del MPN, Felipe Sapag, quien fuera seis veces gobernador de la provincia, hasta que en 1991 se distanciaron. Sapag quería dejar de sucesor a su hijo Luis, pero Sobisch, que venía de ser intendente de la capital neuquina, ganó las elecciones a gobernador. En el ‘99, receso mediante, obtuvo un segundo período. A partir de ese momento consolidó su alianza con el menemismo.
En las presidenciales de abril apoyó abiertamente la candidatura de Menem y continuó en esa línea en esta última campaña neuquina, buscando instalarse como una figura nacional del espacio opositor a Kirchner. En sus actos, criticó las principales políticas del nuevo Gobierno. Cuestionó la derogación de la Obediencia Debida y el Punto final, el impulso a las causas por violaciones a los derechos humanos y manifestó su irritación por el juicio a los integrantes de la Corte Suprema.
Llegó a estos comicios con una serie de denuncias sobre su gestión. La más resonante tuvo que ver con una cámara oculta que mostró el legislador Jorge Taylor, quien lo acusó de un intento de coima para favorecer un nombramiento en el Tribunal Superior de Justicia. La causa se encuentra en investigación, aunque Sobisch resultó sobreseído en primera instancia.
En el Congreso nacional, los diputados Víctor Peláez y Teresita Savrón serán reemplazados por los oficialistas Alberto Pérez y Alicia Comelli, ex intendente de Plaza Huincul y actual secretaria de Seguridad Ciudadana, respectivamente.
En algunas ciudades importantes, el Movimiento Popular Neuquino fue derrotado. En el sur de la provincia, el Partido Justicialista ganó en San Martín de los Andes con Jorge Carro, colaborador del secretariogeneral de la Presidencia, Oscar Parrilli. También en Villa La Angostura ganaba el justicialista Hugo Panesi.