[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

“No creo en las declaraciones rimbombantes. Tendría que ser más prudente, más medido.” A través de estas palabras pronunciadas ayer por el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, el Gobierno salió a retar públicamente a Gustavo Beliz por sus declaraciones sobre la década menemista. “En la Argentina tenemos que hablar menos y hacer más”, dijo Fernández, uno de los hombres más influyentes del entorno del Presidente. El mismo Néstor Kirchner habría llamado desde Uruguay a su ministro de Justicia para pedirle moderación en sus declaraciones. También el ministro del Interior, Aníbal Fernández, cuestionó las palabras de Beliz y señaló que si existen las pruebas “la denuncia la tenemos que presentar ya”.
Pocas horas después de que el ministro de Justicia y Seguridad sorprendiera con sus definiciones sobre el gobierno del que formó parte durante varios años, llovieron las repercusiones desde distintos sectores políticos. Durante el día, Beliz cosechó además dos pedidos de interpelación de parte de diputados demócratas progresistas e incluso del justicialista Jorge Villaverde, quien solicitó que informe personalmente acerca de sus declaraciones “con relación al tráfico mercantil de leyes durante la década del 90”.
Las reacciones que partieron de Casa Rosada mostraron el evidente fastidio que produjeron los dichos del ministro. El primero que salió al cruce fue Alberto Fernández quien tomó distancia de Beliz al afirmar que “yo intento ser más prudente y más medido, y ser menos categórico en algunas definiciones. Estoy más preocupado por hacer que por decir”. Luego le sugirió que “sea él quien explique sus palabras, porque fue él quien las dijo”.
En ninguna de las frases con las que cuestionó duramente al gobierno de Menem, Beliz dio nombres ni mayores detalles. Cuando afirmó que el país corrió el riesgo de convertirse en una “narcodemocracia” y que hubo quienes “lavaron dinero sucio” no explicó de qué funcionarios hablaba.
Las declaraciones del ministro –tanto por el contenido como por el momento en que fueron efectuadas– también provocaron el descontento de Aníbal Fernández. El titular de la cartera de Interior se preguntó públicamente “cuál es el beneficio” de sacar a relucir estas cuestiones y aconsejó a Beliz con que si “tenemos” las pruebas “la denuncia la tenemos que presentar ya”.
A la variedad de repercusiones se sumó la del senador radical Rodolfo Terragno, quien respondió con ironía las palabras del ministro de Justicia. “Ahora hay quienes repentinamente ven cosas que, en su momento, no vieron”, dijo en relación con el cargo que ocupó Beliz hasta 1993 como ministro del Interior del gobierno de Menem. “En esto hay gente que ha estado un día en un lado y otro día en otro. Yo sí creo que en los años ‘90 hubo en el país una serie de irregularidades que denuncié en su momento”, recordó Terragno.
Otro que aprovechó la ocasión fue el ex secretario menemista de Lucha contra el Narcotráfico Alberto Lestelle, recordado por haber denunciado que muchos legisladores “se dan nariguetazos en el baño del Congreso”. “Llama la atención que habiendo estado durante cuatro años en la función pública no haya, por lo menos, ofrecido la información a organismos de inteligencia, como podría haber sido la SIDE o a mi secretaría”, afirmó.
En medio de tantas críticas, el diputado del ARI Gustavo Gutiérrez salió a respaldar a Beliz. “Es un verdadero ejemplo de hombre corajudo, que habla con la verdad. Ante el temor de muchos, él da un verdadero testimonio de cómo debe obrar un dirigente”, opinó el legislador que compartió con Elisa Carrió la Comisión que investigó el lavado de dinero.