El fiscal Alberto Nisman mencionó el escrito que preparó para que se presentara ante las Naciones Unidas el último 14 de enero, el mismo día que entregó su denuncia contra la Presidenta. Es decir, que los dos escritos que tenía en la caja de seguridad de su fiscalía tenían absoluta actualidad para él, al punto de que les puso fecha de enero de 2015. Y no sólo eso, ya antes Nisman había hecho trascender que su idea era recurrir a la ONU.

“Justo yo no lo quería decir, pero lo vengo trabajando –dijo Nisman en A dos voces el 14 de enero de 2015–. Está muy próximo a salir y cuando lo digo es porque ya lo tengo trabajado, estamos con las correcciones finales, una presentación para que los iraníes sean juzgados en la República Argentina. Es obvio que los iraníes no van a entregar a los imputados voluntariamente. Acá va a intervenir un organismo internacional. Y va a tener que intervenir compulsivamente, porque Irán no los va a entregar. Esas circunstancias se dan. No está establecido expresamente, pero hay jurisprudencia en otros casos, que con menos requisitos que ésos se ha obligado a que se los extradite, bajo apercibimiento de extraerlos de ese organismo. No es entrar a Irán a sacarlos, sino que intervenga un organismo internacional que tenga facultades compulsivas sobre los miembros e Irán es miembro. Esto va a salir ahora. Con los antecedentes que hay y la jurisprudencia, hemos encontrado una solución que es aplicable. Esto se va a firmar en los próximos días.”

Con estas frases queda certificado que Nisman tenía en la cabeza presentar los escritos que estaban en su caja fuerte, aunque tuviera que cambiar su redacción luego de la denuncia. Es que en ellos (fechados en diciembre de 2014 y enero de 2015) había escrito lo contrario de lo que puso en la denuncia contra CFK, el canciller y el diputado Andrés Larroque.

En los escritos guardados en la caja fuerte y entregados por Soledad Castro, la secretaria letrada de Nisman, el fiscal sostiene que “el ofrecimiento de juzgamiento en un tercer país (2010) como la firma del Memorándum (2013), ambas iniciativas del Poder Ejecutivo”, fueron “una consecuencia entendible de la erosión y desgaste que lograron hacer los iraníes debido a su irreductibilidad y negativa a colaborar en el avance de la causa AMIA, que llevaron al gobierno argentino a ir paulatinamente reduciendo sus pretensiones, con tal de lograr el objetivo de siempre: sentar a los acusados ante el juez y, de este modo, permitir avanzar la causa hacia el juicio oral”.

Castro declaró que el fiscal había comenzado a trabajar en estas presentaciones aun antes de la firma del Memorándum y que luego las fue “actualizando”. En ninguna de esas actualizaciones introdujo una mención al “plan criminal” que supuestamente estaba investigando hacía dos años. En estos escritos, el memorándum es entendible y tiene el objetivo de llevar a los iraníes al juicio oral. En la denuncia afirma que el memorándum es una maniobra para ayudar a los iraníes a evitar el juicio oral. No son escritos del pasado, sino vigentes el 14 de enero de 2015, el día que presentó la denuncia y cuatro días antes de su muerte.

La idea de la presentación en la ONU fue analizada por el equipo jurídico de la Cancillería. No hubo en la historia ningún país expulsado de Naciones Unidas. En el Concejo de Seguridad hay países con poder de veto, entre ellos China y Rusia, que bloquearon buena parte de las resoluciones contra Irán. No hay antecedentes de extradiciones en las que haya intervenido la ONU.