El candidato presidencial del Frente Renovador, Sergio Massa, debe ser de los pocos dirigentes políticos de importancia del país que nunca fue recibido por el papa Francisco, quien, se comenta, no le tendría simpatía. Ayer, Massa tuvo su premio consuelo con el encuentro que mantuvo con las autoridades de la Conferencia Episcopal encabezadas por el obispo de Gualeguaychú y titular de la Pastoral Social, Jorge Lozano. Massa fue junto a su esposa Malena y parte de su equipo técnico como Roberto Lavagna, Daniel Aroyo y Gabriel Katopodis. “Compartimos la idea de que la Argentina no debate ni resuelve problemas serios como la inseguridad, el narcotráfico y la pobreza”, contó luego el candidato. Insistió en que “Argentina tiene que romper esta idea de la división, la fragmentación y la fractura, para empezar a construir hacia adelante”.