El sindicalismo se prepara con distintas posiciones para encarar el paro convocado por los gremios del transporte y al que se sumó luego el sindicalismo opositor. “Lamentablemente esta situación la ha creado el Gobierno, porque hace cuarenta días que hemos dicho que queremos sentarnos para manifestar este problema y evitar la medida de fuerza”, señaló ayer el secretario general de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), que nuclea a los colectiveros y una parte de los subtes, Roberto Fernández, apuntando directamente a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner como responsable de la medida de fuerza del espacio cegetista que lidera Hugo Moyano. Por su parte, el dirigente de la CGT oficial, Gerardo Martínez, aseguró que estaba de acuerdo “con el reclamo, entendemos que hay que buscar el diálogo”. No habrá colectivos, subtes, trenes, aviones, bancos ni estaciones de servicio abiertos por el paro, y los partidos de izquierda anunciaron piquetes en los ingresos a la ciudad de Buenos Aires (ver recuadro).

“Hemos logrado hablar una sola vez con el jefe de Gabinete (Aníbal Fernández) y el ministro de Trabajo (Carlos Tomada), y nos dijeron ‘esto queda a merced de la señora Presidenta’, y así quedamos, todos paralizados”, aseguró Fernández, líder de uno de los gremios que conforman la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), que convocó inicialmente a la huelga y que funciona como ariete del moyanismo. Con el reclamo de la modificación o derogación del Impuesto a las Ganancias como eje de la protesta, la CATT impulsó el paro que suele ser un anticipo del conflicto que poco más tarde aparece con la discusión paritaria que comenzará en abril. “No se va a destrabar nada. Lo que les va a decir es que si no trabajan, no les van a pagar el subsidio. Y está bien, pero los coches los sacan los conductores, no los empresarios. Nos hubiese llamado a nosotros también, eso es buscar soluciones, no aprietes”, agregó el sindicalista aliado de Moyano que admitió que ningún colectivero “gana menos de 15 mil pesos”.

Para el paro de hoy ya anunciaron su adhesión la CGT Azul y Blanca del gastronómico Luis Barrionuevo, la CTA Autónoma, que lidera el estatal Pablo Micheli, así como los partidos de izquierda que componen el Frente de Izquierda (FIT). Así, a pesar de que los dirigentes del sindicato del Subte no se adhieren a la medida, anunciaron que probablemente no haya servicio por la UTA, tampoco habrá atención en los bancos de todo el país, los colectivos circularán con poca frecuencia al igual que los micros de media y larga distancia. Los pilotos de aviones también participarán de la medida y los empleados judiciales también harán lo propio. En el caso de los trenes, como integrante de la CATT, los maquinistas afiliados a La Fraternidad concretarán su día de huelga, pero no así la Unión Ferroviaria que milita en las filas de la CGT oficial del metalúrgico Antonio Caló. El secretario general de los ferroviarios, Sergio Sasia, sostuvo que sobre el Impuesto a las Ganancias “venimos llevando adelante negociaciones, pero no compartimos la metodología del paro, por eso salió un comunicado de la CGT de no llevar adelante ningún tipo de medida de fuerza”, y agregó que “la revisión del impuesto es un tema pendiente, pero entendemos también que hay que apelar a la responsabilidad, al diálogo y a la negociación”, consideró.

En la misma línea se mostró el dirigente de la Uocra, Gerardo Martínez, enrolado en la CGT de Caló, al señalar que “desde lo político, no es una buena metodología. Nosotros entendemos que hay que buscar el diálogo”. Sin embargo destacó que era “injusto lo que pasa con el Impuesto a las Ganancias. Pero hay temas pendientes y, dentro de los temas pendientes, el tema de Ganancias es una cuestión importante”. Martínez, uno de los dirigentes sindicales de la CGT con mejor llegada a la Casa Rosada, apuntó que “los trabajadores constructores no nos vamos a sumar a esta medida de fuerza y, si no vamos a trabajar, es porque vamos a estar impedidos si no hay medios de transporte”, mostrando la restricción que habrá para acercarse a los lugares de trabajo a partir de la medida de fuerza, a la que se suman los piquetes en los ingresos a la ciudad.

Por su parte, la Corriente Político Sindical Federal, que reúne a más 48 organizaciones sindicales de todo el país, también ratificó su posición contraria al paro a través de la publicación de una solicitada titulada “Los verdaderos enemigos son las corporaciones económicas”. Allí apuntan que “ante todo reafirmamos que resulta imprescindible defender las conquistas recuperadas durante los últimos años, frente a quienes sabemos que pretenden arrebatarlas y, al mismo tiempo, avanzar con las decisiones políticas necesarias para alcanzar las reivindicaciones aún pendientes”. El agrupamiento sindical nació pocos días atrás, el 23 de febrero de 2015, en Córdoba, y está compuesto por el sindicato de aceiteros del departamento de San Lorenzo, la Unión Obrera Metalúrgica de Zárate-Campana, la Federación Gráfica Bonaerense, el Personal de la Industria de la Carne y sus derivados, por los Curtidores de la República Argentina, y el Sindicato Petrolero de Córdoba, entre otros. “La solución es una discusión franca y la unidad en el accionar de los trabajadores, sin ningún tipo de especulación política, enfrentando a los verdaderos enemigos, que son las corporaciones económicas que pugnan por el retorno a un pasado que sólo supo generar desocupación y pobreza”, proponen en la publicación, en la que destacaron también el “objetivo y guía de la actividad gremial debe ser la consolidación de un proyecto nacional, popular y democrático con eje en la industrialización del país” como “sucede desde 2003”.