Martes, 9 de junio de 2015 | Hoy
EL PAíS › ENCUENTRO DE CFK CON EL PRESIDENTE ITALIANO, SERGIO MATTARELLA
La Presidenta mantuvo un almuerzo y una reunión a solas con su par de Italia en el Palacio Quirinale. Mattarella había expuesto en Londres sobre el rol de los mercados financieros, por lo que CFK aprovechó para hablarle de los fondos buitre.
Por Santiago Rodríguez
El Palacio Quirinale es imponente. Ubicado en la cima de la colina de Roma de la que toma su nombre, domina toda la ciudad y más aún si uno sube al Torrocino, la torre a cuyo tope flamea la bandera de Italia. Allí almorzó ayer la presidenta Cristina Fernández de Kirchner con su par italiano, Sergio Mattarella, junto a una comitiva de ambos países, tras una breve audiencia entre ambos en la que conversaron sobre el estado de la relación bilateral.
Cristina Kirchner llegó poco después de la una de la tarde a la residencia oficial del presidente italiano, un edificio que el papa Gregorio XIII mandó a construir en 1583 como residencia de vacaciones y que tiene 1300 habitaciones. Allí desempeña sus funciones Mattarella desde febrero de este año, cuando fue elegido para reemplazar a Giorgio Napolitano. Hasta entonces era el titular de la Corte Constitucional de Italia.
Mattarella le dio la bienvenida a CFK en la Sala Bronzino, un salón inmenso con dos arañas con caireles y una alfombra bordó acordes con sus dimensiones y las paredes tapizadas con una tela que combina verdes y dorados. Los miembros de las comitivas argentina e italiana esperaron el ingreso de ambos presidentes parados en hilera a ambos lados del salón.
A Cristina Kirchner la acompañaron el canciller Héctor Timerman; el embajador argentino en Italia, Torcuato Di Tella; el ministro de Agricultura, Carlos Casamiquela; el secretario de Comunicación, Alfredo Scoccimarro; el embajador argentino en el Vaticano, Eduardo Valdés; el secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Carlos Bianco, y el titular del Banco Nación, Juan Ignacio Forlón. Por ellos empezaron los saludos Mattarella y Cristina Kirchner tras tomarse la foto de rigor dándose la mano y con las banderas de la Argentina, Italia y la Unión Europea a sus espaldas.
La reunión a solas entre los presidentes duró apenas quince minutos. Sus colaboradores fueron directo al Torrocino, la antigua torre del palacio que ahora tiene un cerramiento de vidrio. Los argentinos que no conocían el lugar quedaron fascinados con las vistas de Roma. Fueron pocos los que pudieron resistir la tentación de no sacar fotos con su celular y varios los que exhibían después con orgullo las tomas que habían conseguido.
Durante el almuerzo Mattarella y CFK conversaron de varios temas. Hablaron de la revalorización de la política y ella le contó de los festejos del bicentenario y de la restitución del sable corvo de San Martín al Museo Histórico Nacional. También, de la historia de la industria nacional argentina y ahí hizo mención al rol de la familia del embajador Di Tella y que en una época fabricaba las heladeras y la mayoría de los taxis que circulaban por Buenos Aires.
Mattarello estuvo no hace mucho en la London School of Economics e hizo una disertación en la que cuestionó el papel de los mercados financieros. Cristina Kirchner le sacó el tema de los fondos buitre y de cómo habían estafado a los jubilados italianos vendiéndoles títulos que sabían que iban a entrar en default.
Los colaboradores de uno y otro básicamente escuchaban y mientras tanto comían: tallarines con albahaca de primer plato y a continuación trillas rellenas con hierbas y tomates secos y budincitos de calabacín, milhojas de patatas y porotos al vapor. Entre los italianos la más animada era la embajadora en Argentina, Teresa Castaldo. Después del strudel de manzana no hubo tiempo para mucho más que la despedida y una última vista de Roma desde arriba del Torrocino.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.