El ex juez Otilio Roque Romano, juzgado en Mendoza por delitos de lesa humanidad cuando era fiscal federal, sugirió ayer que la acusación en su contra se basa en hechos “inexactos y exagerados”. “Yo no digo que no hubo represión, pero fueron los altos mandos los que la impusieron”, desvió la atención el ex presidente de la Cámara Federal de Mendoza, quien consideró que su actuación y la de los otros ex magistrados juzgados fue “aceptable y decorosa” y que hasta fueron “desafiantes con el poder militar”. “Nadie presuponía que ese hombre que se presentaba como católico con cara de ángel hubiese instalado un sistema de terror como nunca se había instalado en Argentina”, dijo en referencia al dictador Jorge Videla. “Los militares hacían lo que querían y no nos tenían en cuenta”, planteó, y aseguró que por su actuación recibió amenazas de un Comando Anticomunista Mendoza (CAM) y del Grupo de Oficiales Jóvenes Mendoza (GOJ). El abogado Pablo Salinas, del Movimiento Ecuménico de los Derechos Humanos, reflexionó tras la indagatoria que “a confesión de partes relevo de pruebas” y agregó que “su declaración prácticamente ha sido una confesión”.