Mientras en el macrismo se empiezan a recuperar de la sorpresa de la victoria de María Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires, cerca de la gobernadora electa y vicejefa porteña comenzaron los rumores en torno a quienes integrarán su gabinete. Durante la campaña, la dirigente no soltó ningún nombre de los miembros de su equipo de gobierno, más que nada porque no habían previsto que podían ganar. El intendente de Vicente López Jorge Macri suena para la Jefatura del Gabinete. El peronista Cristian Ritondo también es mencionado para ese cargo o para el Ministerio de Gobierno, desde donde intentará encauzar la relación con el complejo PJ bonaerense.

Los macristas han tenido una relación distante con la provincia de Buenos Aires durante buena parte de su desarrollo como partido. Prueba de esto es que en 2011 no tuvieron candidato a gobernador. En cuatro años, pasaron de ese escenario a gobernar la provincia a partir de 2016. Este crecimiento exponencial traerá algunos “dolores de crecimiento”, en particular en la relación con los intendentes peronistas y en el Congreso bonaerense. Los números del Parlamento provincial obligarán a Vidal y sus acólitos a ejercer una muñeca política considerable.

Vale una comparación: durante años el macrismo negoció con otros espacios en la Legislatura porteña, ya sea con Ritondo como con Diego Santilli al frente de los acuerdos, pero tenía un bloque de entre 26 y 28 legisladores sobre 60. Casi la mitad. ¿Cuál era el panorama para Vidal en el Congreso bonaerense? En la Cámara de Diputados, tenía diez bancas sobre 92 y en el Senado, cinco curules sobre 46 (siempre contando a radicales y macristas como legisladores fieles).

La buena elección que hizo Vidal, no obstante, ayudó a mejorar esos números. En el Senado, ponía en juego dos bancas y entraron 13 senadores bonaerense de Cambiemos. Quedará, entonces, con un bloque de 16 sobre 46. En la Cámara de Diputados provincial, en tanto, ponían en juego cuatro bancas y entraron 19. El bloque tendrá 25 diputados sobre 92. En ambos casos, están lejos del escenario de la Legislatura porteña, donde años de ganar elecciones los ayudó a consolidar una bancada que, entre otras cosas, impidió que a Mauricio Macri lo destituyeran por las escuchas ilegales en el momento más álgido de la causa judicial.

Aquí será necesario un trabajo político importante, que estará en manos de los diputados y senadores, pero que también podría encarar Ritondo, habida cuenta de su relación con el peronismo. También en el PRO lo imaginan como un nexo con las intendencias por lo que un lugar que podría ocupar es el Ministerio de Gobierno. Otro puesto podría ser la Jefatura de Gabinete, aunque Vidal comentó ayer que para ese lugar está evaluando a Jorge Macri. De todas formas, todavía es muy pronto. “Seguro esta semana empezamos, pero no vamos a apurarnos”, indicó uno de los dirigentes de confianza de Vidal. En el macrismo, de todas formas, ya circulan algunos nombres. Es seguro que Federico Salvai, la mano derecha de Vidal, tendrá un lugar de importancia en el futuro gobierno provincial. También es posible que recale allí Pablo Clusellas, apoderado del PRO en la provincia, quien podría ir a Justicia, en caso de que Macri no gane la presidencia (lo querría para la Secretaría Legal y Técnica nacional). También suena para ese lugar el actual procurador porteño Julio Conte Grand. Para el ministerio de Asuntos Agrarios suena Leonardo Sarquís, ex gerente de Monsanto, y para Seguridad, Eugenio Burzaco. La ministra de Desarrollo Social porteña, Carolina Stanley, podría ocupar un cargo similar en provincia y Hernán Lacunza formará parte del equipo económico. Vidal ya lo puso a monitorear el Presupuesto bonaerense.