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El ministro del Interior, Aníbal Fernández, consideró que, “a mediano plazo, el tema piqueteros estará resuelto sin sangre, sin heridos y sin muertos” porque el Gobierno “tiene claro que hay que encontrar una solución definitiva que ataque la causa y no el efecto”. El funcionario volvió a expresar así la molestia del Gobierno con el reclamo de “poner orden” de Eduardo y Chiche Duhalde.
El ex presidente y su esposa habían aconsejado, en declaraciones formuladas el sábado, reprimir el conflicto social. “Ante cierto tipo de delitos, el Estado tiene que poner en marcha la actitud represiva”, dijo Duhalde en un reportaje al diario La Nación, mientras que Chiche se quejó de que “a la calle la ganan los piqueteros por un lado y los delincuentes por el otro”.
Ayer, Fernández les replicó que el Gobierno de Kirchner “no está dispuesto a reprimir. Lo que hará es participar fuertemente de un trabajo social que vaya descomprimiendo la causa y no el efecto. Y no aceptará, bajo ningún punto de vista, actitudes de endurecimiento que lo único que significan es violencia”.
El jefe de la cartera política agregó que en el tema piqueteros el Gobierno “fijó una política” que si bien “no satisface al común de la gente que tiene bronca porque cortan la calle”, busca que sea “definitiva y que ataque la causa y no el efecto. Aunque las encuestas digan que los piqueteros son mal marketing, la decisión es encontrar una solución definitiva a mediano plazo”.
También habló de la situación social la ministra Alicia Kirchner, quien expresó que “para terminar con el clientelismo se necesitan conductas claras y transparentes, y si las políticas sociales se trabajan con todos los sectores involucrados, estos mismos se transforman en autocontroles”.
La titular de Desarrollo Social dijo percibir “que la gente apuesta al trabajo, tiene propuestas, ganas de cambiar la realidad, y sabe que cambiarla no es una cuestión de magia, que a esto no lo arregla Papá Noel”.
En un reportaje publicado por el matutino La Capital de Rosario, también advirtió que “si realmente queremos una ciudadanía digna, la única forma es construirla desde el trabajo, como lo hicieron nuestros pioneros”. No obstante, remarcó que “si se trabaja a espaldas de la gente todo se distorsiona. Cada día se van tomando determinaciones, y las realidades son muy distintas en cada región del país, lo que obliga a trabajar de acuerdo a sus situaciones”.
El pedido de mano dura contra las protestas de los desocupados fue formulado por los Duhalde al término de una semana en la que había habido un fuerte episodio de represión. El martes, en Neuquén, la policía cargó contra un reclamo piquetero dejando 22 heridos, 9 de ellos de bala.
Al Presidente las declaraciones le cayeron mal y pidió a sus colaboradores que salieran a contestarlas. El jefe de Gabinete, Alberto Fernández; el de Interior, Aníbal Fernández, y el secretario de la Presidencia, Oscar Parrilli, estuvieron a cargo de la tarea. Parrilli, funcionario de bajo perfil y habitual portavoz de los puntos de vista de Kirchner, criticó con dureza el mote de “pymes piqueteras” utilizado por Duhalde. “Es un desprecio a muchas jefas y jefes de hogar que están cambiando una pauta cultural: la de vivir del subsidio y transformarse en generadores de riqueza”, consideró. Y en contrapunto con el ex gobernador bonaerense, consideró que “hay que fortalecer a las organizaciones sociales”.