EL PAíS
“Vamos a la escuela como si fuera una guardería”
El paro nacional convocado por la Ctera tuvo una repercusión dispar en las distintas provincias. Los maestros pidieron por la libertad de Emilio Alí.
La secretaria general de la Federación de Trabajadores de la Educación (Ctera), Marta Maffei, dijo ayer a la mañana temprano que no esperaba una total adhesión a la huelga docente por “la amenaza” de descontar el día a quienes pararan que pesaba en muchas provincias. El correr de las horas le dio la razón: el paro nacional convocado por ese gremio tuvo un dispar acatamiento. Los maestros acompañaron la protesta con movilizaciones de diferentes características en varios lugares del país y el acto central se desarrolló frente al Congreso, donde Maffei advirtió sobre el deterioro del proceso educativo y señaló que actualmente “vamos a la escuela como si fuera una guardería a dar de comer”.
La Ctera no ofreció una cifra de acatamiento general a la medida de fuerza, sino datos de los distintos distritos. Así, informó de adhesiones superiores al 90 por ciento en provincias como Río Negro, Entre Ríos, Catamarca, Jujuy y Tucumán. El gremio aseguró que el acatamiento en Buenos Aires fue del 80 por ciento en el conurbano y del 50 por ciento en La Plata y el interior, mientras que en la Ciudad de Buenos Aires habló de un 70 por ciento.
Las cifras oficiales fueron sustancialmente distintas y apuntaron a restarle importancia a la huelga. El Ministerio de Educación dio por hecho que hubo altos índices de presentismo en la mayoría de las provincias y sólo reconoció elevados niveles de ausentismo en Río Negro, Jujuy, Formosa y Salta.
La polémica en torno al acatamiento de los paros es un clásico, aunque por cierto en esta oportunidad la huelga docente no tuvo el mismo impacto que en anteriores ocasiones. De hecho, la misma Maffei había adelantado a primera hora de la mañana en declaraciones a distintos medios que el paro no tendría el acatamiento de otras veces. La dirigente gremial reveló entonces que “muchos docentes que llamaron (al gremio) diciendo que no pueden adherir por la situación familiar, aunque acompañan el reclamo del conjunto” y explicó que “la situación salarial es límite: el 49 por ciento de los docentes es jefe o jefa de hogar y está con la amenaza de que le van a descontar 100 ó 90 pesos”.
La Ctera resolvió convocar al paro nacional por 24 horas durante el congreso que realizó el 28 de febrero pasado como una forma de unificar las protestas que se vienen registrando en los diferentes distritos. El gremio reclama la cancelación de las deudas salariales que existen en muchas provincias, un cronograma preciso sobre el modo en que se pagará el incentivo salarial docente durante este año y el próximo y que la totalidad de los chicos y jóvenes en situación de pobreza obtengan becas para cubrir sus gastos de transporte, comedor y material didáctico.
“En el país hay 8 millones y medio de alumnos y cinco millones están por debajo de la línea de pobreza. Mientras tanto, el Ministerio de Educación ofrece sólo 100 mil becas, que sólo es el 2 por ciento de los chicos pobres”, remarcó Maffei al hablar durante el acto que se realizó frente al Congreso. Los docentes se concentraron en ese lugar junto a los estatales, judiciales, jubilados y desocupados alineados en la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), que ayer realizó una jornada nacional de protesta en reclamo de un aumento salarial y de la anulación del descuento del 13 por ciento en los sueldos de los empleados públicos. Todos se dirigieron después hacia La Plata para pedir por la libertad del piquetero Emilio Alí (ver aparte).
“Venimos nuevamente, como lo hicimos con todos los gobiernos, a denunciar esta grave situación de la educación, con los docentes que no cobran o cobran con plata trucha, con millones de pibes que van a la escuela con hambre porque sus padres están desocupados”, explicó Maffei en su discurso y destacó que en la actualidad “vamos a la escuela como si fuera una guardería a dar de comer”. También señaló que “en este país los pibes van a la escuela sin zapatillas, van sin comer, van sin útiles y van a las escuelas que tienen comedores escolares porque el proceso educativose ha deteriorado tanto, que ya no podemos exigir que tengan libros u otros materiales”.
La movilización más importante de las que se realizaron en el interior tuvo lugar en el puente que une Río Negro y Neuquén. Allí, se unieron unas 7 mil personas de ambas provincias para manifestar su compromiso con la defensa de la educación pública.