Con la convocatoria del Poder Ejecutivo a sesiones extraordinarias en el Senado para tratar los pliegos de los dos postulantes que propuso el presidente Mauricio Macri para ocupar los puestos vacantes en la Corte Suprema de Justicia y ascensos en las Fuerzas Armadas y servicio diplomático, Cambiemos deberá avanzar en la postergada constitución de las 26 comisiones legislativas de la Cámara alta, donde la bancada del Frente para la Victoria se mantiene unida y es mayoría. Aunque las negociaciones en el Senado aparecen como menos traumáticas que la dura disputa en Diputados, el FpV está dispuesto a hacer valer su superioridad numérica –40 bancas que incluye quórum propio– y reclamará para su bancada la mayoría en todas las comisiones, es decir nueve de los 17 senadores que integran cada una ellas. Aunque dejaría en manos de la alianza oficialista las presidencias de las llamadas comisiones ligadas a la “gobernabilidad”, no resignará otras de peso institucional.

El congelamiento que el gobierno de Macri impuso al Congreso en los primeras semanas de gestión, en las que viene gobernando por decreto, comienza a derretirse. Con la convocatoria a extraordinarias, la alianza oficialista debutará en la Cámara donde el opositor Frente para la Victoria es mayoría, tiene quórum propio y se mantiene cohesionado. Habitualmente, el Senado realiza su “sesión preparatoria” –en la que se resuelven la integración de la comisiones y sus respectivas presidencias– a principios de febrero tras los recambios parlamentarios. Esta vez, las negociaciones se estirarán por más tiempo, pero los contactos ya comenzaron.

El presidente del bloque radical, Angel Rozas, tiene previsto volar desde Chaco mañana temprano para llegar a Buenos Aires para la reunión pactada con los dirigentes PRO Federico Pinedo, la cordobesa Laura Rodríguez Machado (flamante presidenta del bloque macrista) y con la vicepresidenta y titular de la Cámara alta, Gabriela Michetti.

Los senadores radicales tuvieron su propio encuentro a puertas cerradas durante la noche del miércoles pasado, donde sus nueve integrantes acordaron la postura que llevarán ante sus pares de PRO, como parte del interbloque de Cambiemos. Aunque reconocen que la reducción del número de bancas propias conspira contra la intención de presidir las comisiones más importantes. La UCR cuenta con nueve senadores más un aliado catamarqueño y es mayoría dentro del interbloque oficialista, donde PRO tiene seis bancas y el aliado menor, la CC, apenas una.

Con más del doble de bancas el FpV aspira, en cambio, a retener el control mayoritario de las 26 comisiones legislativas permanentes de la Cámara alta, imponiendo a 9 de sus senadores sobre los 17 que integran cada una de ellas, y a presidir muchas de las consideradas estratégicas. Aunque en un clima más afable que el que se vive en la Cámara baja, el FpV sabe que las concesiones realizadas de buena voluntad a Cambiemos no fueron respondidas con el mismo criterio desde el oficialismo. Por lo que el FpV esta vez no resignará su mayoría numérica y busca transformar el Senado en un centro de negociación con las provincias en manos del peronismo. Pero la discusión tampoco serán simple.

En principio, el FpV había aceptado que las llamadas comisiones ligadas a la gestión de gobierno quedarían en manos del oficialismo. Así se considera a Acuerdos, Asuntos Constitucionales, Presupuesto y Hacienda y Relaciones Exteriores. Mientras pretendía presidir otras como Justicia, Asuntos Penales y Legislación General. Habrá que ver ahora como se desarrollan las negociaciones y el FpV no decide endurecer su postura. En diciembre, la alianza oficialista decidió no dar la pelea por la comisión de Acuerdos –que debe dictaminar sobre la designación de jueces de la Corte Suprema y otros funcionarios judiciales, ascensos militares y diplomáticos– y cedió la presidencia al peronista salteño Rodolfo Urtubey, al que consideran como uno de los dialoguistas con el Gobierno nacional. Aunque, a diferencia de Diputados, la cohesión de la principal bancada opositora en el Senado podría cambiar la estrategia de Cambiemos.