EL PAíS › PELEA EN EL CENTRO DE SAN LUIS
Batalla de las luces
Empleados del intendente opositor a Rodríguez Saá chocaron con empleados de la intendente oficialista.
Los empleados de la empresa privada colocaron casi con devoción religiosa las luces navideñas en las calles de la capital de San Luis. Así lo había ordenado María Angélica Torrontegui, una de las intendentes que se disputa el control de la ciudad. Enterado de la maniobra, el otro jefe comunal, Daniel Pérsico, envió a sus empleados a desmontar los adornos celestiales. El resultado fue una pelea entre ambos sectores que dejó a las calles céntricas sin adornos y la profundización de la disputa por el control municipal de la tierra de los Rodríguez Saá.
El enfrentamiento no pasó a mayores. Comenzó cuando empleados que responden a Pérsico se presentaron en la esquina de Avenida Illia y Caseros para retirar el decorado festivo porque consideraban que se trataba de “una conexión clandestina”. La ciudad es chica y todos se conocen. Es por ello que en pocos minutos llegaron al lugar los seguidores de Torrontegui. Inmediatamente comenzaron los insultos, gritos, empujones y, por supuesto, golpes. La policía intentó detener a los hombres de Pérsico, pero a poco de andar recapacitaron y permitieron que todos se retiraran sin mayores inconvenientes. Los empleados de Pérsico participaron luego de una nueva marcha a los tribunales provinciales para luego finalizar en un acto frente a la casa de gobierno local.
En el mismo momento en que seguidores de uno y otro intendente intercambiaban puñetazos como si se tratara de presentes navideños, Alberto Rodríguez Saá y Torrontegui ingresaban a la Casa Rosada para reunirse con el jefe de Gabinete, Alberto Fernández. Si bien el gobernador puntano dijo que no se habló de la situación provincial, Rodríguez Saá aprovechó el encuentro para llevar a su intendente e incluso le ordenó que participe en reuniones con funcionarios del Ministerio de Desarrollo Social.
La batahola de ayer forma parte de la pelea que comenzó el 9 de noviembre cuando Pérsico, un peronista opositor, fue electo intendente. Torrontegui, en tanto, participó y fue elegida en los comicios que convocaron los hermanos Alberto y Adolfo Rodríguez Saá dos semanas más tarde. Todo indica que Torrontegui lleva las de ganar. No porque la asista la razón sino porque simplemente es la bendecida por los Saá. Mientras, y hasta se resuelva el conflicto en la Justicia, Pérsico resiste ocupando la sede municipal pero ahogado económicamente, ya que el mandatario provincial consiguió un fallo que lo autoriza a derivarle fondos a su protegida.
Pero nada está claro y ambos jefes comunales contribuyen a la confusión al pedirles a los vecinos que paguen sus impuestos en sus respectivos sectores y también discuten quién abonará los sueldos y el medio aguinaldo a los trabajadores municipales, que mayoritariamente están con Pérsico.
“Es muy difícil trabajar así, pero la Secretaría de Hacienda está trabajando para pagar sueldos y aguinaldo”, destacó Pérsico, y consideró que estas “acciones que toma el Gobierno son contra la gente y por eso la gente reacciona”.
Más allá de a quién se le debe pagar los impuestos –sin duda un tema que desvela a muy pocos puntanos– la agudización del conflicto puede perjudicar la relación de la provincia con el gobierno central. De hecho, Rodríguez Saá además de mostrar a su intendente, buscó la manera de poder recuperar los 1026 millones de pesos que su provincia tiene “atrapados” en el Banco Nación como consecuencia del corralito financiero.