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El papa Francisco le envió ayer una carta austera al presidente Mauricio Macri en la que le expresó su “cordial felicitación” por el aniversario de la Revolución de Mayo. En la misiva, instó a los argentinos a buscar la “reconciliación y la fraternidad”. El Presidente le agradeció el gesto al Sumo Pontífice, con quien tuvo un recordado encuentro en el Vaticano ausente de sonrisas. Recientemente, dirigentes sociales cercanos al PRO, como Margarita Barrientos, cuestionaron al Papa. Desde la Iglesia, en tanto, expresaron su preocupación por la situación laboral.

El texto es breve y totalmente carente de afectuosidad. “En el día en que esta amada Nación celebra su fiesta patria, me complace manifestar a Vuestra Excelencia mi cordial felicitación, que acompaño con mi oración al Señor para que conceda a todos los argentinos copiosos dones de su misericordia”, escribió el Papa. “Que les ayuden a avanzar continuamente en la búsqueda del bien común, la reconciliación y la fraternidad”, indicó en la breve carta.

Macri respondió por la noche. Le agradeció “en nombre de todo el pueblo argentino”, su “cordial felicitación y sus oraciones” con motivo de un nuevo aniversario de “nuestra patria”. “Le hacemos llegar nuestra firme decisión de avanzar en la concreción de los objetivos que usted menciona –reconciliación y fraternidad– para alcanzar la unión de todos los argentinos”, sostuvo Macri en el mensaje de respuesta.

El intercambio epistolar, con tono de protocolo, no esconde que la relación entre el PRO y el Papa no está pasando por su mejor momento. A Francisco lo cuestionaron desde distintos sectores del macrismo en las últimas semanas. El jefe de Gabinete, Marcos Peña, se mostró molesto por la decisión del Papa de recibir a la Madre de Plaza de Mayo Hebe de Bonafini y la comparó con los que ejecutaron la segregación racial en Sudáfrica o quien intentó asesinar al papa Juan Pablo II. Luego, la dirigente filomacrista del comedor Los Piletones Margarita Barrientos aseguró que el Papa no la había querido recibirla cuando fue a visitarla al Vaticano, aunque luego se demostró que Bergoglio nunca tuvo conocimiento de su visita. El Papa igual la invitó a visitarlo ahora, pero Barrientos dijo que no va a ir. Desde la secretaría de Culto, que conduce Santiago de Estrada, vienen haciendo oficios para reencauzar la relación.